El pasado domingo, Argentina se consagró campeón sudamericano en la categoría menor. Además, consiguió el pase al mundial del próximo año. Ya con los chicos en sus casas, hablamos con Fausto Díaz, protagonista de nuestra selección, y en nuestra opinión, el mejor jugador del torneo.
Era la primera competencia oficial a nivel internacional para este grupo, pero Fausto dejó muy claro que Argentina tenía dos objetivos fijos, clasificar al mundial y levantar la copa. Se vio reflejada esa convicción en el debut, donde supieron llevarse el triunfo con mucha autoridad frente a Uruguay. No así en el segundo partido de zona frente a Colombia. El que ganaba, evitaba cruzarse con el local, nada más ni nada menos, que la potencia de Brasil. El partido comenzó de la peor manera, un 0-2 abajo, que se veía muy difícil de remontar, pero con mucha actitud y tranquilidad, y nuestro entrevistado en su máximo esplendor, los chicos argentinos supieron revertir la situación. Lograron igualar los parciales, y en el tiebreak, se vio desde un primer momento, que el partido se lo llevaba la Argentina.
¨La clave estuvo en la actitud y en la cabeza fría a la hora de jugar. Fue muy importante para nosotros esa victoria, ya que además de quedar primeros en la zona nos hizo crecer muchísimo como equipo y seguir aumentando la confianza en nosotros¨. Esa confianza se vio plasmada en los siguientes dos partidos. Una semifinal con Chile, la cual era bastante accesible, y después con Brasil. Primera final internacional para estos chicos de tan solo 16/17 años, con la cancha llena alentando a favor del rival y, sin embargo, mostraron una templanza y un hambre de victoria, que los llevó a la cima…
No muchos pueden contar que salieron campeones sudamericanos, ganándole la final a Brasil, y menos en su casa. El joven oriundo de Rosario, nos contó un poco lo que se vivió: ¨Los festejos fueron hermosos, la satisfacción de haber logrado el objetivo mayor, de cantar el himno con la piel de gallina, y todas las canciones que se te puedan ocurrir alentando a Argentina, ya sea en los vestuarios, en el hotel, en el colectivo, en la cancha con el público en contra o en la plaza central de Araguari, fue una experiencia inolvidable ¨.
Describió unas sensaciones hermosas, primera vez con la Albiceleste, pero levantar la copa no es algo que justamente desconozca Fausto Díaz. Viene de dos años muy exitosos a nivel personal, 5 títulos y dos subcampeonatos, ya sea con su club, con la selección santafesina, en su categoría o con más grandes, donde siempre supo destacarse al igual que en este sudamericano. Un chico prometedor para el vóley argentino, que tiene muy en claro que él debe aportar con sus fortalezas pero que lo más importante es el equipo.
Experimentado en este tipo de situaciones, sabe cómo le gusta disfrutar una vez finalizados los torneos: ¨Ahora queda la parte más linda de disfrutar con la gente que más quiero, mi familia y amigos que me apoyaron desde el primer momento¨. Merecido descanso y festejo para él y todos los chicos de la menor, y ojalá, sea el primero de muchos títulos que nos den con la celeste y blanca.