Hace tiempo ya que el club Estudiantes de La Plata trae, año tras año, jugadoras nuevas de distintas partes del país para reforzarse en su primer equipo y en la tira. Ahora, dentro de las últimas cinco incorporaciones, están Thiara Cravero y Luna Polverigiani, que forman parte de Sub 19, Sub 21 y Mayores. Ambas, una ex-jugadora de Unión de San Guillermo y la otra de Mar Chiquita, migraron a Estudiantes de diferentes formas y cuentan su experiencia.
Para Cravero, que juega de central, todo comenzó porque Estudiantes necesitaba a alguien en su puesto. «Ellos hablaron con mi entrenador y él me mandó a mí. En realidad yo me iba a ir a estudiar a otro lado, pero como quería también seguir jugando al vóley, me pareció ideal», cuenta. Por su parte, la líbero Polverigiani arribó al club inspirada por la experiencia de su hermana. «Si bien quería venir a estudiar a La Plata, también quería seguir jugando y como mi hermana había jugado en Estudiantes, ella me ayudó con la entrada», dice.
Una vez en el equipo, Cravero destaca lo importante que fue adaptarse a un grupo nuevo, mientras que las dos coincidieron en lo bien que se encuentran en el club: «El grupo es todo nuevo y lo armamos entre todas, así que estamos muy cómodas con cómo se dieron las cosas», explica Polverigiani. En palabras de la central, «en la cancha estamos bien porque afuera estamos bien. Somos ya re amigas, como si fuéramos de toda la vida, y nos conocemos muy bien. Eso es lo mejor.»
Dentro de las diferencias a destacar entre Estudiantes y sus orígenes, surge el nivel de muchos de sus oponentes: «Mientras que allá jugábamos poco o contra equipos de no tan buen nivel, acá nos encontramos con Boca, Vélez y es distinto. Es más exigente también, porque estás todo el día entrenando y hay partido todos los fines de semana», opina la libero. Para Cravero, lo más distinto es el formato de competición: «Allá no tenía una Liga local, porque en la que había éramos sólo tres equipos, así que íbamos a torneos, que es lo que nos ayudaba a avanzar. Acá se juega todos los fines de semana, con División de Honor y las inferiores, y es lo que está bueno acá y tiene de distinto.»
Por el momento. comparten su deseo de permanecer en el club al menos hasta dejar de estudiar. «Por los resultados, espero que el año que viene nos podamos estabilizar mejor (con el equipo Sub 19), porque recién estamos empezando, pero hasta que no termine la facultad, me quiero quedar haciendo esto que es lo que me gusta», concluye Thiara, y por su parte Luna, tras destacar el bienestar en la ciudad y en el club, completa: «Estamos muy bien, demasiado.»
Especial para Somos Vóley,
Rocío Fortuny