Atrás quedó la frustración ante su gente en la Liga Mundial para Brasil. Este domingo, el equipo verdeamarelo se quedó con la Copa de Grandes Campeones, el torneo que junta a cada vencedor continental y en el que Brasil escribió un nuevo récord, con su quinta corona en siete ediciones que lleva el certamen.
La Copa de Grandes Campeones nació en 1993 y se disputa cada año siguiente a un Juego Olímpico, es decir, cada cuatro temporadas. Si bien inicialmente reunía al mejor rankeado de cada continente luego de la previa cita olímpica, más Japón como local, en varias ocasiones la plaza de África, por diferentes motivos, mutó en una wildcard. Es así que en esta edición 2017 compitieron Brasil, Francia, Irán, Estados Unidos (todos definidos por ranking luego de Río 2016), Italia como invitado y Japón.
En esa elite, tras cinco fechas de todos contra todos, Brasil se confirmó como el mejor de los mejores, con cuatro victorias y una única derrota, a manos de Italia en cinco sets. Precisamente, Italia fue el escolta del campeón, también con campaña de 4-1 (perdió con Irán, el tercero) y los mismos 12 puntos que Brasil, pero relegado por coeficiente de sets.
Se trata entonces del cuarto oro consecutivo de Brasil en este torneo, luego de los obtenidos en 2005, 2009 y 2013, y el quinto en total sumando el de 1997. Italia en 1993 y Cuba en 2001 son los únicos otros países que han sido campeones de esta competencia en la rama masculina.
Además, para reforzar su hegemonía a nivel mundial, Brasil fue medalla de plata en la versión femenina de la Copa, finalizada una semana atrás. Allí se consagró China, campeón por segunda vez entre las mujeres (antes, en 2001) y alcanzando en el medallero de la competencia justamente a Brasil, que alzó el trofeo en 2005 y 2013. Italia (2009), Rusia (1997) y Cuba (1993) completan la nómina dorada.