Por si hacían falta condimentos para hacer interesante el partido del miércoles para la Argentina. En busca del sueño de la semifinal olímpica, el equipo nacional deberá vérselas nada más y nada menos que con Brasil, el clásico rival continental y anfitrión de los Juegos de Río 2016. Así quedó decidido luego de la maratón de vóley y emociones de este lunes.
Luego del 3-0 de la Selección a Egipto, que la elevaba a la cima del Grupo B, restaba esperar por la definición del Grupo A. La primera pieza la aportó Estados Unidos, que venció 3-0 a México y abrochó su pase de ronda, pero para la Argentina todavía faltaba ya que los estadounidenses, por el mal comienzo que tuvieron en Río, podían justamente ser cuartos.
En el siguiente turno de esa zona, Canadá venció 3-1 a una Italia ya clasificada y que no pareció poner demasiada resistencia. Ese resultado les dio a los canadienses el pase entre los ocho, tremendo para ellos, y en cualquier escenario por encima del cuarto lugar, lo cual tachaba otra de las posibilidades para la celeste y blanca.
De esa forma, todo se reducía al mano a mano entre Brasil y Francia. Y allí ganó el dueño de casa en un electrizante 3-1, confirmando su continuidad en los Juegos después de los sobresaltos más recientes. Es que Brasil había empezado derrotando a México y Canadá (los más accesibles), pero luego perdió con Estados Unidos e Italia, y por eso estiró su suspenso.
Brasil, entonces, terminó la primera ronda con tres triunfos y 9 puntos, la misma cantidad que los otros dos clasificados. Eso derivó en un desempate por coeficientes de set, rubro que dominó Canadá (1,428; 10-7 la diferencia), seguido por Estados Unidos (1,250; 10-8) y detrás el anfitrión (1,222; 11-9).