Claudia González, “La Flaca”, soportó quizás uno de los golpes más fuertes para un deportista: abandonar el vóley de alto rendimiento en forma abrupta, Selección incluida, por una lesión severa en su tibia derecha. Así, sin vueltas, la vida la puso frente a un desafío que poco a poco y de la mano del sitting volley, logró superar.
Fue allá por los 90, cuando brillaba en Boca, GEBA y en la Selección, de la que fue parte entre 1988 y 1999. Pero en el 2000 esa etapa terminó por una fractura patológica producto de un tumor óseo que la obligó a varias operaciones y a 5 años con muletas y rehabilitación.
Un día “La Flaca” volvió a caminar sin muletas. Y recuerda: “Desde entonces pasé por todas las emociones. La felicidad absoluta de caminar, pero también el choque con una realidad fuerte por lo que había perdido, sobre todo mi condición de atleta que no volvería. Fue muy triste, difícil de llevar en el día a día”.
En ese proceso se encontró con el yoga y dice que volvió a “conectar con el cuerpo”. Por esos días también coincidió con Laura Cometto, quien empujaba el Sitting Volley como una especialidad que le impactó en experiencias olímpicas. “Me invitó a jugar y fue un antes y un después. Habían pasado años y me encontré en casa cambiándome para volver a una cancha a jugar al vóley. Fue un momento placentero y muy movilizador”, recuerda Claudia.
Una entrada en calor “emocionante”, un entrenamiento “motivador” y, en 5 minutos, otro flechazo: “Me di cuenta de que estaba jugando nuevamente al vóley 17 años después”. Por eso quedó ligada al proyecto y ahora es una de las figuras que convoca, que motiva y que inspira: “Cada uno tiene sus tiempos, es un proceso difícil de superar”. Ella propone: “Lo que hago es invitar a vivir una experiencia que te integra a otros como vos que están sentados jugando. No hay edad ni momento, es impagable poder decir otra vez que podés”.
“La Flaca para mí es sinónimo de lucha, de carácter. Una mujer fuerte además de ser una excelente jugadora” adelanta Paula Tirini, ex compañera. “Una central imponente y letal. Y ahora, un ejemplo de superación” resalta la ex armadora Marita Paredes.
Quienes pasaron al lado de “La Flaca”, jugadora de Selección, saben de su talla profesional. “Una de las jugadoras más explosivas que vi en mi vida” sentencia Alicia Huerta. “Dueña de una capacidad física llamativa, pero también de una inteligencia aplicada al juego que la hizo una central temible” completa. La ex jugadora de la Selección, que por estos años luce en el Mastervóley de Mar del Plata, el torneo más importante del país, señala que “esa capacidad de lucha, resiliencia e inteligencia” trajeron nuevamente al deporte a La Flaca.
Una Pantera mundialista como María Laura “Lali” Vincente va más allá: “Es líder y conductora por naturaleza en el equipo al que pertenezca. En cualquier aspecto de la vida, es ganadora y tiene mucha garra; va a hacer siempre todo para alcanzar sus objetivos, poniendo su corazón y mucha pasión en cada proceso. Es una gran capitana porque siempre va al frente y te contagia de agresividad y de ganas”.
Nancy Cieplak sentencia: “Hoy, después de algunos años, conserva esa misma actitud y simpatía. Pionera del paravoley, supo trasladar todo su talento a esta disciplina”.
Por eso, el mejor resumen está en palabras de “La Flaca”: “Vení, sentate y jugá. Porque sentados todos somos iguales”.