La Volleyball Nations League, en castellano Liga de Naciones de voleibol, debutó en 2018 con el empuje de ser la nueva competencia insignia de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), unificando en un único certamen la Liga Mundial del masculino y el Grand Prix del femenino. Trajo muchas novedades interesantes, sobre todo en materia de posicionamiento del deporte, pero ya en su primera edición, y ahora de nuevo mientras la temporada de Selección 2019 se aproxima, se alzaron algunas críticas sobre el devastador calendario.
La VNL implica cinco semanas consecutivas de acción con, en muchos casos, viajes muy largos alrededor del mundo. Cada una de las 16 selecciones participantes juega 15 encuentros distribuidos en cinco weekends, cada uno de ellos en una sede diferente y con sólo un fin de semana de local, es decir que como mucho en tres partidos se ahorraría la adaptación a un nuevo estadio y a un huso horario diferente. Situaciones como la que vivió Argentina en su última tanda de juegos en 2018, cruzando el planeta para jugar en Australia, sin dudas conllevan un trajín superior al habitual.
Este punto ya había sido señalado por algunos de los protagonistas el año pasado, incluido Julio Velasco, en ese entonces entrenador de la Selección Argentina Masculina y voz autorizada en el vóley mundial. Así y todo, los equipos en general se alinearon con la visión FIVB de impulsar un nuevo torneo, muy enfocado en mostrar al mundo la espectacularidad que porta el vóley, con los mejores jugadores de los mejores planteles del planeta como embajadores.
Para este 2019, sin embargo, un grupo de esos referentes se alineó para elevar un reclamo formal a la FIVB. Según pudo averiguar Somos Vóley, casi una veintena de jugadores de Selección de primer nivel, de países como Italia, Brasil, Rusia, Estados Unidos, Francia, Serbia y Polonia (incluido un representante de la Selección Argentina), firmaron una carta enviada al ente internacional expresando su preocupación por la forma “extremadamente desgastante” en que se lleva adelante la VNL, apuntando al deterioro mental y físico de los atletas que suele resultar en lesiones.
Si bien el intercambio fue en privado, la respuesta de la FIVB habría sido positiva, planteando la posibilidad de llevar a cabo una reunión entre los atletas, los dirigentes de la entidad internacional, los de las Federaciones nacionales involucradas en la VNL e incluso con integrantes de la Comisión de Atletas de la FIVB, presidida por el legendario Giba. Ambas partes sostienen su posición en la intención de encontrar la mejor fórmula para todas las partes, es decir: idear un torneo atractivo y que aumente el posicionamiento del voleibol, que a la vez contemple el bienestar de los atletas, quienes en definitiva son la base del deporte.
El próximo paso será entonces la realización de este encuentro y es allí donde podrían surgir los cambios que afecten al torneo anual más importante del calendario internacional. Puesto que la fecha de inicio de la VNL 2019 está relativamente cerca (mayo) y, al estar las sedes definidas, probablemente muchos equipos ya estén avanzados en la logística de alojamiento, viajes y organización de su weekend de local, todo indica que los ajustes serán para 2020, pero de todas maneras el trabajo en conjunto entre jugadores y dirigentes es algo para seguir de cerca.