María Laura “Lali” Vincente es una referencia del vóley femenino de la Argentina. Una que no debería perderse y que ayer, en la Universidad Nacional de La Matanza, donde se retiró como jugadora y donde dirige, tuvo su justo homenaje.
Mundialista en 2002, con aquélla Selección de las flamantes Panteras dirigidas por Claudio Cuello que disputaron en Alemania la última gran competencia internacional hasta el Mundial de Italia 2014, la picantísima “Lali” inició su carrera a los 13 años en el Club Estudiantil Porteño y pasó por Hacoaj, Vélez Sarsfield, Banco Nación, Boca, Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, jugó en Francia, España y Brasil.
Locura de nombres, en la lista de presentes, divididos entre los equipos “Naranja” y “Verde”, los colores de la UNLAM:
Naranja: Jimena Larrivey, “Marita” Paredes, Paula Parisi, Mariana Pobersnik, Victoria Zabala, Jimena Pérez, Karina Pacheco, Daniela Gildenberger, Daniela Preitti, Florencia Román, Irina Winner, Tatiana Rizzo, Natalia Gerbaldo, Mariela Trioni, Alejandro Grossi, Eduardo Allona y Jorge Ferreira.
Verde: Viviana Dominko, Antonella Curatola, Florencia Delfino, Natalia Espinosa, Verónica Montepeluso, Marcela Re, Micaela Vogel, Julieta Borghi, Carla Castiglione, Evangelina Irungaray, Florencia López, Mirna Ansaldi, Mónica Kostolnik, Sandra Spagnoleta, Claudio Cuello, Hugo Jauregui y Sebastián González.
También estuvieron presentes Lorena González, Julieta “Chula” Vera, María de los Ángeles “Chuchu” Cossar, Gabriela Truzzi y Natalia Fariña. Un detalle: La dupla arbitral, Karina René y Miriam Eckhardt, fue la misma que dirigió la primera final de la División de Honor Femenina este viernes entre River (3) y San Lorenzo (2).
Procesada la emoción, en diálogo con Somos Vóley, «Lali» describió en palabras sus sensaciones: «Es difícil describir lo que sentí y siento. Fue un día muy especial y lleno de alegría. Estoy muy agradecida a la UNLAM y a todos los que participaron porque pude compartir una despedida con la gente que me acompañó durante toda mi carrera en cancha y en el banco. Fue una hermosa sorpresa, inolvidable, un día lleno de energía, de sensación de felicidad, de clima hermoso de amor con mis hijos allí, con mis papás, las inferiores de la UNLAM y mis compañeras de trabajo».