En Italia el desafío #NOIRESTIAMOINCASA se transformó en hashtag, en Challenge de redes sociales. Surgió en la locura del encierro forzado producto del Coronavirus. Italia está convulsionada, multiplica casos de un día al otro, y algunos jugadores argentinos, los de las regiones más afectadas, viven un día a día de cuarentenas, restricciones, suspensiones, góndolas escasas y búsqueda de entretenimientos. Un fenómeno que ya se traslada a todo el país, declarado en zona roja, y con decreto gubernamental que rige hasta el 3 de abril con suspensión de espectáculos, cine, teatro, piletas, gimnasios, etc, para intentar bajar el número de contagios.
La epidemia mundial amenaza paralizar toda la competencia deportiva en el plano internacional y en cada país. ¿Será la VNL, que tiene panorama complicado? ¿Serán los Juegos Olímpicos? Los rumores sobran y las restricciones avanzan. En Argentina, además, se espera una etapa de mayor riesgo a medida que se acerquen las bajas temperaturas.
Maximiliano Cavanna juega en Piacenza, en el límite entre la Lombaría y la Emilia Romagna. “Zona Roja”, define el armador. Movimientos básicos al Supermercado y con barbijo. Tres días sin entrenar, mensajes permanentes en los grupos de whatsaap con cambios y reprogramaciones, tres semanas sin clases para su hijo. Y mucha incertidumbre.
“Estamos encerrados en familia, cuando salgo ando con un documento firmado por el club que dice que soy deportista, por si me frena la policía yendo a un entrenamiento. Además no se puede salir de Piacenza”, cuenta Maxi, que ya vivió la suspensión de un partido porque el equipo visitante, Sora, se negó a bajar del micro por temor a un rival con fiebre.
Cavanna dice: “Corre riesgo la Liga, por ende también nuestros contratos”.
Santiago Orduna vive una situación particular, en Monza. Con su mujer embarazada de 35 semanas, esperando para abril, toma recaudos. “Por lo único que podemos salir es por trabajo, supermercado, o temas familiares justificados. Los hospitales de Lombardía están saturados, es nuestro temor porque nace Valentín. Pero la Presidenta de la sociedad es médica en el Hospital Niguarda y nos ayuda mucho. Está funcionando la psicosis pero se retoma la normalidad también, hubo situaciones de desabastecimiento y salida grande de gente de las ciudades, pero luego se normaliza. Faltan mascarillas, geles, no se consiguen para nada. Lo demás, sí”.
Tanto Orduna como Sebastián Carotti en Módena siguen entrenando todos los días, aunque tienen su vida restringida. “Es grave lo que pasa, no es gravísimo, pero hay que estar atentos”, resume el armador Orduna.
“Estamos en cuarentena”, asegura el líbero Santiago Danani. “Tengo un certificado que dice dónde vivo y dónde entreno. La idea es que la gente no ande por la calle sin rumbo. Costó que la gente tomara conciencia de la importancia de cuidarse”, dice el jugador de Selección.
La Confederación Europea suspende eventos acá y allá. Módena y Galatasaray debían jugar por Copa de Europa, pero se suspendió porque ni los italianos pueden ir a Turquía ni los turcos, a Italia. “Nuestra zona tiene muchos casos de contagio, se propaga muy rápidamente y causa muchos problemas para la gente mayor. El problema acá es la cobertura hospitalaria para la demanda. Hay que tener en cuenta la higiene, tomar mucha agua, muchas vitaminas, prevenirse”, cuenta Carotti.
El ex PF de Julio Velasco en la Selección, hoy asistente en Módena, aporta un punto de vista particular. “Mi familia se vuelve en breve y va a estar en cuarentena 15 días. Mi hija no irá al colegio y mi mujer no comenzará a trabajar. Pero el tema es que seguramente cuando volvamos nosotros, los que nos quedamos por la Liga, tendremos que repetir en la Argentina los protocolos de cuidado por llegaremos en meses de alta estacionalidad para el virus”.