En el marco del aislamiento preventivo, social y obligatorio, ante la imposibilidad de poder realizar actividades deportivas, tuve la oportunidad -y el lujo- de entrevistar a Guillermo Nazabal, entrenador histórico del voley femenino, que actualmente dirige a Vélez Sarsfield.
«La forma de entrenamiento cambió muchísimo, hace meses que no toca la pelota», admitió el entrenador, quien posteriormente también aclaró que él junto con su cuerpo técnico, tienen dos objetivos principales. «En la parte física están trabajando al cien por cien, tres veces por semana, más las charlas grupales por puesto y las individuales. Queremos aprovechar este momento para esas actividades que durante la competencia no podemos», concluyó.
Además, hay algo fundamental en estos tiempos, y es que los ejercicios de los deportistas va a estar sumamente determinado por el espacio físico con el que cuente cada uno. «En la casa, hay chicas que lo hacen en la terraza, otras en el living… Especialmente hacemos trabajos de la carrera de ataque, entones se necesitan un par de metros. Vemos que las chicas tienen espacio», dijo Nazabal.
«Las chicas de Vélez, salvo la escuelita, están trabajando muy bien, estamos muy conformes. Se que hay limitaciones, pero ellas me permiten trabajar al máximo, son divinas y muy profesionales», contó el entrenador, al que claramente se lo vio muy conforme pese al parate deportivo.
Por otra parte, Nazabal admitió que toda esta situación va a repercutir de manera directa en el rendimiento de sus jugadoras, pero destacó algo muy importante. «La buena noticia es que va a afectar a todos, es igual para todos nuestros rivales, así que por eso tenemos que trabajar lo mejor posible para llegar mejor que ellos», se sinceró.
También hay otra cuestión de suma importancia hoy en día y es la alimentación. «Las más grandes saben lo que tienen que hacer, porque en sus vidas como jugadoras ya se les explicó mil veces lo que tienen que comer y cómo. Están entrenadas en eso», admitió el entrenador muy tranquilo.
Además, por último se le consultó por las fechas ya jugadas de la Liga, para entender qué sabor le había dejado. La realidad es que recién se había disputado la primera fase, un todos contra todos ida y vuelta, en dos zonas, y por eso, Nazabal decidió dividir al grupo en dos, y así todas las jugadoras podrían tener tiempo en la cancha antes de pasar a la siguiente ronda.
«Les elegí los rivales, el ida y vuelta, para poder revertir errores y darle juego a todas. Terminó esa etapa, y cuando se iba a elegir finalmente el equipo titular, no se jugó más», expresó. «Nosotros por suerte le dimos juego a quince jugadoras, entonces eso saco de conclusión, para mí fue un éxito, logramos lo que queríamos. Ya todas disputaron cuatro partidos de titulares cada una, compitiendo muchos sets seguidos y tomándose revancha cuando les fue mal. Me doy por satisfecho en eso», finalizó con una sonrisa Guillermo Nazabal.
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