El profesor de educación física y licenciado en kinesiología deportiva, Gabriel Emmerich, quien también hace unos años fue punta-receptor en Banfield y UAI Urquiza, y hoy se especializa en trabajar con algunos jugadores del vóley de zona sur, y en las divisiones inferiores del fútbol de Banfield, charló con SV acerca de cómo afecta tanto tiempo de encierro en casa, y que métodos utilizar para llegar de mejor manera a la vuelta de la competencia.
El principio de reversibilidad y desentrenamiento son los tópicos que toca Emmerich para hablar sobre cómo impacta el aislamiento en los deportistas, ya que estos explican lo que nos sucede cuando entrenamos menos, mal o dejamos de hacerlo, y se refiere a la perdida de capacidades ganadas con el entrenamiento sistemático. Según el licenciado, se verán afectadas tanto las capacidades condicionales (velocidad, fuerza y resistencia) como las coordinativas, desde las más básicas como el equilibrio, la reacción o la coordinación ojo-mano, hasta las más complejas, como la ejecución de un gesto deportivo.
Haciendo referencia a los dolores que se van sintiendo durante la cuarentena, entiende que la mayoría de las molestias tienen que ver con patologías en la columna, y esto se debe al sedentarismo, la falta o mala calidad de sueño, el mantenimiento de posturas rígidas por periodos prolongados, lesiones previas en la zona, o el estrés que genera este encierro.
El regresó a los entrenamientos y que tipo de lesiones pueden generarse es algo que preocupa en el mundo del vóley. “Si bien no se sabe a ciencia cierta que lesiones pueden predominar a la vuelta a la competencia, ya que nunca ocurrió algo similar, creó que depende del tiempo que tengan los profes”, aclaró Gabriel, que asegura que, para intentar disminuir las probabilidades de lesiones, el entrenador debería contar con el tiempo necesario para preparar a los jugadores.
En cuanto a las recomendaciones, el experimentado kinesiólogo considera que hay que buscar que nuestra rutina sea lo más similar posible a la vida normal, por ejemplo: mantener la cantidad y calidad de descanso, controlar la carga de entrenamiento, cuidarse con la alimentación, entrenar lo más funcional posible, mantenerse en contacto con entrenadores y compañeros, controlar el aspecto mental, y por sobre todo ser muy conscientes de la importancia de la calidad de ejecución de los ejercicios ya que no todos dispondrán de los mismos materiales, espacios de trabajo y experiencias previas.
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Franco Yaquemet