28 de septiembre de 2002, un Luna Park repleto… Jairo entonando las estrofas del himno nacional y Patricia Sosa dándole voz a la canción oficial del Mundial. Así daba comienzo el Mundial Masculino en Argentina, con todo el color y el calor de una hinchada que llenó de banderas y ritmo el debut de la Selección ante Australia y continuó alentando hasta la última jornada. Una noche soñada, la primera de dos semanas en que nuestro país vivió el mejor voleibol del mundo repartido por todo el territorio.
Juan Carlos Baglietto fue el director artístico de una apertura que además tuvo a Héctor Berra en la puesta en escena y a Lito Vitale en la cortina musical. Todo un lujo… La ceremonia contó con muchas huellas argentinas: bailes regionales, gimnastas, comparsas, y cantitos futboleros para dar comienzo al XV Campeonato Mundial de Voleibol organizado por la Federación Internacional (FIVB) en conjunto con la Federación Argentina de Voleibol (FAV). Cuatro años habían pasado de Japón 1998, veinte de la última edición del torneo en el país, en aquel mítico año 1982 en que Argentina se subió al podio de la mano de la generación dorada.
Seis sedes repartidas en Santa Fe, Mar del Plata, San Juan, Córdoba, Salta y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires albergaron a las 24 naciones que protagonizaron el Mundial. Argentina formó parte del Grupo A junto a Australia, Portugal y China y fue local en el estadio Aldo Cantoni sanjuanino. Allí la Selección venció a sus tres rivales por 3-1, en una zona en la que casualmente todos los encuentros terminaron en cuatro sets.
Clasificado como primero de su grupo, disputó la segunda fase en el Luna Park, donde compartió la Zona G con Italia -el campeón defensor y dominador de los Mundiales en la década del ’90-, Japón y Bulgaria. Argentina volvió a ganar sus tres partidos, esta vez por 3-2 a Japón y 3-1 a los europeos para alzarse como líder de la zona de cara a los cuartos de final.
Los cruces quedaron determinados de la siguiente manera: Portugal-Yugoslavia, Rusia-Grecia, Italia-Brasil y Argentina-Francia. Nuestra Selección llegaba invicta y jugó en Buenos Aires, pero no pudo ante un sorprendente Francia, que a fuerza de sus buenas individualidades (Stephane Antiga, Dominique Daquin, Olivier Kieffer, Luc Marquet, Franz Granvorka) venció 3-1 y comenzó a tomar vuelo en la escena internacional con su primer medalla en mundiales.
Las semifinales arrojaron dos resultados esperables en la previa con las victorias de Brasil y Rusia, que siempre protagonistas, volvieron a encontrarse en la gran definición del 13 de octubre. Allí, tras una épica batalla de cinco sets, Brasil se quedó con la corona y festejó su primer oro en Mundiales. Francia se quedó con el tercer puesto y nuestra Selección con un meritorio sexto lugar luego de derrotar en sets corridos a Grecia y caer en manos de Italia por la clasificación 5-8.
El Mundial fue una fiesta para las más de 330.000 personas que fueron parte de los encuentros en todo el país y el número asciende muchísimo más cuando se contabiliza a los espectadores que en 200 países del mundo pudieron disfrutar del evento con la transmisión de ESPN. El Luna Park fue una de las estrellas del Mundial, con localidades agotadas para todos los partidos de Argentina y un color imposible de olvidar.
Otras perlitas fueron el cierre con Marcos Milinkovic como máximo anotador y mejor jugador del torneo, al lado nada menos que de Pablo Meana, mejor receptor dentro del equipo ideal. Imposible también olvidar al sorprendente Minto, la mascota oficial, un personaje entrañable que no sólo se encargó de animar a las tribunas, sino de festejar con los jugadores y de regalarnos postales únicas…
El plantel argentino estuvo conformado por Marcos Milinkovic, Jorge Elgueta, Gustavo Porporatto, Javier Weber, Hugo Conte, Hernán Ferraro, Alejandro Spajic, Jerónimo Bidegain, Santiago Darraidou, Leonardo Patti, Pablo Meana y Gastón Giani. Por su parte, el cuerpo técnico estuvo encabezado por Carlos Getzelevich y contó con Leonardo Wiernes como asistente, Gabriel Solari como médico, Carlos Troncoso como PF y Gastón Urda como manager.
Solange Didiego
Fuentes: Terra / FIVB