La final olímpica de los últimos años en la rama femenina esta vez terminó de otra manera. A diferencia de lo ocurrido en Beijing 2008 y Londres 2012, en esta ocasión Estados Unidos demolió a Brasil y, en su cuarto intento, por fin se quedó con la medalla dorada del vóley indoor femenino en los Juegos Olímpicos. Serbia completó el podio.
El logro le permitió al legendario Karch Kiraly, ahora el conductor de las mujeres estadounidenses, elevar su status olímpico todavía más: cuarto oro para él y el primero como entrenador, luego de los dos obtenidos como jugador indoor (Los Ángeles 1984 y Seúl 1988) y el que se colgó como jugador de beach en Atlanta 1996. Es la segunda persona en la historia olímpica en ganar oro como jugador y entrenador, detrás de la china Lang Ping (1984 como atleta, igual que Kiraly, y Río 2016 como DT).
Aquellos Juegos de Atlanta tuvieron otro detalle que se dio en Tokio también por segunda vez en la historia: ningún país se repite entre los seis medallistas del voleibol indoor. Antes fueron Países Bajos, Italia y Yugoslavia en masculino y Cuba, China, Brasil en femenino; hoy les tocó a Francia, el ROC (Rusia) y Argentina en hombres y Estados Unidos, Brasil y Serbia en mujeres.
La final fue una demostración notable del juego colectivo y la disciplina táctica de Estados Unidos, ante un Brasil que, aunque llegaba invicto, esta vez no mostró mucho del fuego de sus victorias anteriores. Las norteamericanas controlaron el tablero de principio a fin, desde el 4-0 del primer set hasta el devastador 25-14 del acto final, y además subrayaron que son un verdadero equipo de 12 jugadoras: todavía sin Jordan Thompson, que había arrancado con todo en Tokio pero se lesionó, la máxima anotadora volvió a ser Annie Drews, su alternativa, con 15 puntos y al 58% en ataque. Bartsch-Hackley y Larson (esta última, MVP del torneo) también sumaron en dos dígitos y Poulter volvió a distribuir bien el juego, de regreso tras otra molestia física en otra posición que prueba la profundidad del equipo, porque Hancock había estado a la altura del reemplazo.
La previa, en cambio, fue todo lo contrario: otro unipersonal de Tijana Boskovic, autora de 33 de los 75 puntos que Serbia necesitó para completar el 3-0 sobre Corea del Sur en el partido por el tercer puesto. Ese fue el camino que eligió recorrer el equipo europeo, volcado en extremo a su opuesta desde el inicio de los Juegos, una fórmula que le resultó insuficiente en la semifinal ante Estados Unidos. El domingo le volvió a resultar ante un equipo coreano que no pudo siquiera acercarse, y ni hablar de impedir que Boskovic terminara como goleadora absoluta del torneo, con 192 puntos (promedio exacto de 24 por partido) muy lejos de su escolta, precisamente la coreana Kim, que completó 136 conquistas.
PARTIDOS POR MEDALLA
Corea del Sur 0-3 Serbia (18-25, 15-25, 15-25)
Brasil 0-3 Estados Unidos (21-25, 20-25, 14-25)