GALERÍA DE FOTOS SV – JUEGO DE LAS ESTRELLAS 2017
La noche tuvo de todo. Sorpresas, alegría, emoción y sueños cumplidos. Así se vivió, este viernes, el Juego de las Estrellas en el CeNARD, evento que volvió a organizarse de varios años y que se vivió a estadio desbordado en un predio de Núñez repleto de figuras locales e internacionales.
Desde antes de la hora señalada (las 20.30), la fila de gente para ingresar al CeNARD superaba los 100 metros. Las entradas se habían agotado el día previo al evento, lo que se vio reflejado en la enorme convocatoria sobre la calle Miguel Sánchez y también en los diferentes momentos en que, desde la organización (marche un aprobado para la JuAVA en ese aspecto), se le pidió a la gente que se juntara más en las tribunas, para que nadie se quedara afuera. Así, fueron más de dos mil personas las que participaron de la fiesta.
Después de una primera tanda de juegos con la gente, con diferentes premios de sponsors a disposición, las primeras en salir a la cancha fueron ellas: las chicas de Las Panteras y de la Liga Femenina. Yael y Carla Castiglione, Emilce Sosa, Tatiana Rizzo, Morena Martínez, Clarisa Sagardía, Florencia Busquets, Elina Rodríguez, Sol Piccolo, Tanya Acosta, Natalia Aispurúa, Sofía García, Jimena Pérez, Rocío Rivas, Tatiana Vera, Analía Ortiz, Erika Mercado, Mariángeles Cossar, Antonela Curatola, Priscila Bosio, Eugenia Laya y Sofía Bulgarella integraron la lista de jugadoras repartidas entre el equipo rosa y el violeta. Como entrenadores, estuvieron Guillermo Orduna, Eduardo Allona, Lorena Góngora, Mario Gallego y Paula Casamiquela.
Precisamente, en ese último apellido radica uno de los puntos altos de este tramo: un aplauso cerrado y una distinción a Alicia Casamiquela, “la mamá del vóley”, como se dijo durante el evento. Luego de la placa que entregaron sus hijos Paula y Hernán (el segundo árbitro del partido), se vino el juego, en el que, anecdóticamente, el equipo violeta ganó por 21-16.
Después, una sorpresa. Es que, en el momento del concurso de precisión entre cuatro tríos de armadores, apareció Luciano De Cecco entre la gente, para sumarse al evento días después de haber finalizado la temporada con el Perugia de Italia. Sin embargo, en cuanto a precisión en el armado, las miradas se las llevó Hernán Ferraro, intacto con las manos e integrante del grupo ganador, junto a Sagardía y Maximiliano Cavanna.
El siguiente plato fue el partido de las glorias de nuestro vóley, en el que varios demostraron estar por demás vigentes. La lista, entre ambos lados de la red, incluyó a Ferraro, Waldo Kantor, Pablo Pereira, Guillermo Quaini, Gastón Giani, Eduardo Rodríguez, Leonardo Patti, Gustavo Palonsky, Raúl Quiroga, Diego Gutiérrez, Sebastián Jabif, Jerónimo Bidegain, Leandro Maly, Fernando Borrero, Sergio Tacchella, Enrique Wagenpfeild, Fabián Barrionuevo, Pablo Meana y Marcos Milinkovic. Los dos últimos la rompieron en la cancha y su equipo, el rojo, venció por 21-17 al celeste.
Dos instancias más completaron una noche a puro disfrute. Primero, se organizó un concurso de potencia, con Quiroga, Barrionuevo y Milinkovic como los jurados sobre los remates de un grupo de jugadores actuales. Allí ganó Gabriel Arroyo, en un desempate en el que casi consigue la puntuación perfecta.
Lo último, y la antesala final al momento de las fotos y la invasión de la cancha por parte de la gente, fue el partido entre los jugadores actuales. Saltaron a la cancha De Cecco, Arroyo, Cavanna, Facundo Conte, Demián González, Cristian Poglajen, Ezequiel Palacios, Lisandro Zanotti, Pablo Crer, Martín Ramos, Alexis González, Fabián Flores, Sebastián Brajkovic, Javier Filardi, Nicolás Lazo, Guillermo García, Facundo Imhoff, Luciano y Franco Massimino, Germán Johansen, Gonzalo Quiroga, Leandrao, Ignacio Fernández, Gaspar Bitar, Bruno Lima y Alejandro Toro. Ferraro ahí migró a su puesto actual, el de DT, con Marcelo Silva y Gonzalo Barreiro del otro lado de la red.
Ese partido, a pura distensión (con puntos con varias pelotas en el aire o planteles completos bloqueando y defendiendo), fue el cierre justo para una noche estupenda para los fanáticos. La última pelota picó justo a la medianoche, pero todo duró un buen rato más para las fotos y los recuerdos. Y para dejar en claro que es algo para repetir.
Sergio López
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