Atrás quedaron esas semanas de incertidumbre y expectativa por saber si el deseo iba a poder cumplirse. Finalmente, Náutico Sportivo Avellaneda ya no tiene más el mote de candidato y se subió definitivamente al barco de la Liga Argentina Femenina, una aventura inédita para el club, que comenzará el próximo 5 de febrero.
Uno de los factores que influyó para que la institución rosarina se largue definitivamente a la búsqueda de dar el salto de calidad y ganarse un lugar en la competencia nacional más importante fue la llegada de Matías Di Fulvio, quien volvió desde Qatar y ya puso en funcionamiento todos los aprendizajes que cosechó desde que se convirtió en entrenador y los que se trajo del exterior.
“La decisión de volver se dio un poco de casualidad… Justo volvía al país de vacaciones y recibí el llamado de Charly (Carlos Trovato, coordinador de vóley de Náutico). Me gustó la idea de trabajar con un excelente grupo que quería volver a posicionarse en los primeros puestos, además del proyecto de poder subir a las jugadoras más jóvenes y que se vayan desarrollando con las de experiencia”, contó el técnico en diálogo con Somos Vóley. Y apenas puso los pies en el club, no se arrepintió de su decisión: “Me encontré en un excelente lugar de trabajo, con comodidades y mucho sentido de pertenencia. Eso hizo que la decisión de quedarme en el país se haga más simple”.
Más allá de los grandes resultados que consiguió como parte del cuerpo técnico del SC Police de Qatar y de ya saber de qué se trata una Liga luego de haber dirigido a Club Rosario en la rama masculina, Di Fulvio trajo las valijas llenas de experiencias que lo enriquecieron personal y deportivamente, y está convencido de que lo ayudarán a afrontar las nuevas exigencias con mayor seguridad.
La venidera Liga Femenina le dará una bocanada de aire fresco a los equipos luego de un año difícil que vivieron sin competencias debido a las medidas restrictivas que se aplicaron por la pandemia de coronavirus (COVID-19). “Estamos ilusionados porque pudimos aprovechar el tiempo a pesar de tanta dificultad y estar sin competencia durante el año”, aseguró Matías, y anticipó: “Va a ser una Liga pareja y dura de acuerdo a este formato donde hay que afrontar muchos partidos en pocos días”.
El noventa por ciento de las jugadoras de Náutico son del club y sólo se sumaron como refuerzos Julia De Paul (armadora) y Sofía Calderón (central) de Gimnasia y Esgrima de Rosario.
“El grupo está trabajando para poder explotar al máximo el potencial que tenemos. Es un grupo que trabaja siempre al máximo”, afirmó el entrenador, que se entusiasma con que la edición 2021 del torneo sea el trampolín para poder mantener el proyecto a largo plazo. “Nuestro objetivo es estar a la altura de la Liga Nacional. Más allá de los resultados deportivos, lo que queremos es poder disputar cada partido de igual a igual con todos los equipos y desarrollar el plantel. Además, queremos poder mantener este proyecto en el tiempo”, sentenció Di Fulvio. El sueño de Náutico está en marcha.
Rocío García