Lograr mezclar pasiones parece ser un secreto de la felicidad. No resulta fácil, tal vez, pero allí están los que lo intentan, buscando siempre los umbrales del disfrute. Se sabe, claro, que el deporte es uno, sobre todo si es profesional. O sea, si a uno le pagan por jugar a lo que le gusta. Otro de esos placeres es la música, por supuesto.
Bruno Romanutti, rosarino, opuesto de Selección durante el ciclo Weber, mezcló esas dos locuras para pocos. Y mezcló es un término deliberado, porque además de saltar y pegar en las alturas, le encontró sentido y arte a mezclar sonidos con una consola, una práctica muy de estos tiempos de DJ’s alrededor del mundo.
“Hace tiempo me compré una consola, hice un curso corto de DJ y ahí empecé a «tocar»”, cuenta Bruno. Ya pasaron más de 15 años de aquella discusión planteada por el músico argentino Pappo, cuando en el famoso programa televisivo Sábado Bus decía: “Yo brindo para que la música en vivo, tocada por seres humanos, triunfe”, en clara alusión al entonces DJ Deró, también presente en la mesa. Hoy, la discusión zanjada, porque la música electrónica ya tiene su mercado, su público, sus fanáticos, sus radios, sus festivales.
Los sonidos de Bruno ya tuvieron eco en su ciudad, Rosario, ahí en el Bar “Rufina”, propiedad de un amigo. Claro, quién mejor que un amigo para las primeras oportunidades.
El vóley, en sus años de Selección, lo llevó a Polonia, para jugar la Plusliga con el Effector Kielce. Allí, además de conocer uno de los mejores torneos del mundo, conoció también a Joanna Kret, su actual pareja, polaca por supuesto. La consecuencia, una serie de viajes inesperados rumbo al país europeo. “Cuando me vine a Polonia, me invitó a tocar un compañero de laburo de mi novia”, cuenta el rosarino. Se trata del “Insomnia”, un festival anual de música electrónica. Comenzaba un camino.
“De ahí me llamaron para tocar en dos fiestas más (Ver VIDEO), una de ellas la «Sylwester W Srodku Lata», que significa algo así como año nuevo en verano”, agrega. En uno de los videos, la televisión local se hizo eco de la fiesta y justamente Bruno Romanutti, “el DJ argentino”, fue uno de los centros de atracción.
De nuevo en la Argentina desde hace días, el opuesto de 27 años analiza propuestas -y espera otras- en Argentina y el exterior, después de entrenar dos semanas con el ZAKSA de la Plusliga, que tenía a todos sus jugadores en los Juegos Olímpicos de Río. “Mi idea es quedarme a jugar en Argentina esta temporada, después de una temporada de poco juego por un tema físico. Con Puerto San Martín nos pusimos de acuerdo, pero estamos esperando su confirmación en la Liga”.
En su curriculum viene el combo Romanutti. Golpes duros, contras, buen saque, personalidad. Y alguna contradicción, porque es de los que corta el volumen de juego en cancha, pero sube el volumen de sus consolas para llenar de música el ambiente.
Martín De Rose
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