Toda aquella persona fanática de nuestro deporte desde hace años probablemente haga esta misma asociación al saber de Majoy Baron, jugadora de la Selección de Filipinas que también se luce como top model en el país asiático. Para quien no lo sepa, Somos Vóley lo relata: el vóley argentino cuenta con un caso similar que data de principios del milenio.
La historia de Mary Joy (tal es su nombre completo) Baron, una central filipina de 24 años, apareció días atrás como nota color en la web de la FIVB. Su currículum se reparte entre su actual presencia en el F2 Logistics Cargo Movers de la liga de su país, experiencias de Selección en competencias como los Juegos Asiáticos y trabajos de modelaje para los mejores diseñadores de Filipinas, habiendo llegado incluso a las páginas de la prestigiosa revista Vogue.
Si bien el vóley en Filipinas es un fenómeno de mucha importancia, suficiente como para un análisis aparte (está en el podio de las disciplinas más populares del país aun con muy poca competitividad a nivel Selección), el acceso de Majoy a las pasarelas no tuvo que ver con su reconocimiento como jugadora. Formaba parte de concursos de belleza, también súper populares, desde antes de meterse en el deporte de la red alta.
Ese orden de los factores surge como la principal diferencia con el caso de nuestro Emanuel Pilliez, porque el cordobés se metió primero con el vóley y luego encontró la veta del modelaje, profesión de la que vive hoy en día a nivel internacional. El ex River también fue central y también llegó a la Selección, convocado por Jon Uriarte en su primer año de gestión, aquel 2006 en el que muchos jugadores pasaron por el CeNARD mientras comenzaban a sentarse las bases de la era que vendría años después.
Hoy, Pilliez está radicado en México y, entre otros trabajos, fue por ejemplo la cara de una reconocida marca de accesorios para afeitar. En la otra cara del mundo, el vóley todavía retiene a Majoy Baron, premiada en dos ocasiones como Mejor Central en torneos de Selección y, pareciera, todavía con años de carrera por delante en un país con una realidad quizás mucho más parecida a la nuestra de lo que pensamos: “Nunca imaginé las oportunidades que el vóley me daría. Jamás pensé que podía ser un trabajo.”
