Es el símbolo de este equipo que volvió a la A1. Estuvo en la única Liga que ganó el conjunto millonario 18 años atrás y también en el ascenso 2016 que devolvió al club a la máxima categoría. Y hoy, a los 40, es el gran capitán de un River que está viviendo una temporada más que positiva. Sus comienzos, su historia y su presente.
A la hora de hablar de sus comienzos hay que remontarse al año 1988. “Unos vecinos de mi casa estaban jugando al vóley y me invitaron. Fui con ellos, pero como eran más grandes, de otra categoría, fueron con Horacio Dileo en Infantiles y a mí me mandaron a Mini. Ahí, mi primer entrenador fue Marcelo Méndez”.
“Me acuerdo que pasaba horas en el club y de ahí un sinfín de historias”, relató el armador y siguió: “Lo que más me queda de esas épocas son los amigos, tengo algunos de esos años que al día de hoy los conservo como Lucas Monti, Matías y Lucas Fernández, Mariano Pappalo y Walter Faler. Y siempre en el vóley, un amigo por año encontrás”.
Luego de todo el período de Inferiores, el año 1997 fue uno de los más significativos en su carrera. “Ese año gané mi primer título con River, fue el Metro 1997 cuando le ganamos la final a Vélez en el Héctor Etchart de Ferro. Ahí jugaban Daniel Albinati, Derby Ramírez, Ariel Giorello, Ñato Del Treppo, Luis Gálvez, Nicolás Basigalup, Juan Valdez y Jorge Vivas”. Pero no termina ahí ya que ese año, a los 21 años, disputó su primera Liga A1.
“A mí me fascina jugar 4-2”, aseguró a la hora de responder si siempre disfrutó de jugar de armador, y continuó con el repaso: “Después ganamos la Liga A1 98/99 y el Metro ’99 cuando incorporaron el Rally Point y la figura del líbero”.
– ¿Se veían como candidatos en la previa de esa Liga 98/99?
– Era más pareja, no había candidatos fuertes. Creo que nos adaptamos rápido al Rally Point y al líbero y la ventaja que tuvimos es que el plantel era la base que teníamos de años, más los extranjeros Dreyer Viana y Jefferson, y nos conducía Marcelo Méndez.
– ¿Qué comparación podés hacer de cómo viviste vos esa Liga con 21 años y esta a los 40, siendo el capitán y referente?
– Son Ligas de distintas eras, con la tecnología y la información cambió mucho la cosa. Hago lo posible para adaptarme a los cambios y disfrutarla, cuando no fue así dejé de jugarla. Ahora en River es diferente, estoy jugando con mi historia y eso a mí me emociona.
– ¿Qué te decían a vos en esa época y qué tratas hoy de inculcarles a los más jóvenes del equipo?
– No recuerdo mucho qué me decían; confié en mis entrenadores. Con respecto a inculcar es todo un tema, es difícil, se perdieron valores no sólo en el deporte, sino en la vida en general. Se habla más de lo que se escucha.
– ¿Cuáles son los entrenadores que más te marcaron?
– Marcelo Méndez fue el primero y el que más tiempo me entrenó: en 1988, 1992 y hasta 2003. También nombraría a Rubén Eiras, Fabián Armoa y Fabián Muraco, que trabajaron en épocas sin el Data y preparando videos en VHS sin dormir.
– ¿Qué recuerdos tenés de tu paso por la Selección?
– Tuve dos etapas: 2000 y 2004, en la cual se alinearon los planetas para que juegue un Juego Olímpico en Atenas y por eso estoy eternamente agradecido a Fabián Armoa.
– ¿Qué balance hacés de esta Liga que vienen haciendo con River?
– Súper positivo. Para un equipo recién ascendido, ganar seis partidos en la primera rueda y clasificar al Presudamericano es algo muy bueno. Estoy muy feliz por el presente. Se formó un buen grupo con buena gente, es un equipo que nos permite soñar, pero siempre con los pies sobre la tierra porque los objetivos los tenemos bien claros.
– ¿Cómo te juega en la cabeza el tema del retiro?
– Ya me retiré hace unos años, así que tranquilo y me ayuda Alejandra, la psicóloga del club.
– ¿Qué es el vóley para vos?
– El vóley es el 95% de mi vida. Casi toda mi vida tiene relación con el vóley, ya sea por los amigos o las experiencias vividas.
– ¿Qué es River?
-Mi casa.
Prensa River Plate