Seguro que si jugás de líbero elegirías una Liga donde te permitan sacar. Seguro que si sos suplente -hola, escribe un suplente-, votarías por un torneo con hasta 15 sustituciones por set. Seguro que si tu gimnasio es bajo pensarías en una regla que habilite el juego si la pelota toca el techo. ¿Querés jugar con la 99 en la espalda? ¿Querés usar medias únicas y distintivas? ¿Siendo suplente, en un tiempo técnico querés hacer uno contra uno adentro de la cancha para pisar los 8×8? El sueño es posible de cumplir, pero tenés que estudiar mucho.
Potencia mundial en la rama masculina y femenina, con títulos olímpicos y mundiales, Estados Unidos, con diferencias entre ligas internas y siempre bajo sus propias reglas en términos generales, juega un vóley diferente en su competencia universitaria, la más importante del país.
Son muchos y muchas argentinos y argentinas que han vivido la experiencia. Hay figuras ya clásicas incluso de Selección como las de Kathia Rud, desarrollando plataformas sociales a medida en Londres, Camila “Colo” Jersonsky, ingeniera de ventas en una empresa de telecomunicaciones hoy en Chicago, que finalizaron con Auburn en 2013.
En el último año se sumaron nombres como el de la bahiense Magdalena Bostal (llegó por gestión de Pablo Meana, quien aseguró que «siempre hubiese esperando una oportunidad así») a orillas del lago Ozark, el mismo de la serie de Netflix. Junto a Bostal también inició el camino Malena Medús (que ya regresó), ambas en Jefferson College, en Missouri. También Valentina Culaciati que fue presentada en Old Dominion Volleyball en Norfolk, Virginia, de la mano de la gestión de Jesica Umansky.
Un abanico de un destino que permite algunas posibilidades extra deportivas, bajo la misión de estudiar mientras se mantiene la práctica deportiva.
Actuales figuras de Selección también mantuvieron o mantienen experiencia universitaria. La Pantera Candelaria Herrera ingresó al programa de Iowa State, juega para las Cyclons, y es una de las referentes de ese equipo que visitó recientemente la Argentina. Tiempo atrás Gonzalo Quiroga, de la “familia del vóley” Quiroga, jugó en los Bruins de la UCLA. También vivió parte de su carrera deportiva la ex Glorias Sol Calvete, hoy en Barcelona con consultoría farmacéutica, graduada en el Boston College.
Desde julio de 2018 Romina Vacca pertenece al Lee College, en Baytown, Texas, Estados Unidos. Quien no llegó a debutar fue la ex “Loba” y actual “Panterita” Berenice Almeyda, que está en Seward County Community College, en Liberal, Kansas. En 2019 jugó el Mundial para Las Panteritas Juvenil. Pero allí espera su chance.
El sanjuanino Nahuel Recabarren se encuentra en Southern Virginia University que pertenece a la NCAA División 3. Le quedan 3 semestres en dos carreras, Ciencias de la computación y matemáticas. Había disputado 14 partidos y la temporada finalizó, lo que perjudica al equipo porque muchos jugadores cursaban el último año, entonces ya no volverían, aunque existe la posibilidad de un “extra año”. Él juega con líbero sacador, 15 cambios por set y jugadores que pueden ingresar más de una vez y el techo permitido.
Manuela Conta se graduó recientemente y jugó para UIC Athletics en Universidad de Illinois, en Chicago. Había tenido antes experiencia en la Universidad de Oklahoma y fue miembro de los Sooners ‘ en 2016. Manuela tuvo su primer año en Oklahoma pero casi sin jugar, por lesión, y sus últimos tres año en Chicago, donde además se graduó como «Degree en Kinesiología».
Se suma además el platensex Julián Armendano, que juega la NAIA DIvisión 1 para los Mount Mercy Mustangs de Cedar Rapids, Iowa (el mismo Estado de Herrera), quien justo antes de la cuarentena fue elegido como atacante de la semana a nivel nacional. En su caso el líbero puede sacar por un sólo central, y se puede entrar y salir de la cancha sin límites.
ALGUNOS “FACTS”
Una de las especialistas en el vóley universitario de Estados Unidos es Jesica Umansky, formada en Ciudad de Buenos Aires, con experiencia en Hacoaj, River y Vélez, que marchó en 2001 rumbo a la Universidad George Mason y que actualmente es nexo entre Argentina y el movimiento universitario de Estados Unidos a través de Www.sportlinx360.com, además de dar clases en una universidad americana en Italia.
Algunas variantes reglamentarias se aplican sólo al vóley femenino para lograr que jueguen más jugadoras. Los datos que aporta Umansky son impactantes. Por ejemplo la tremenda superioridad en cantidad del vóley femenino respecto al vóley masculino. ¿El motivo? La “Regla Title IX”, anti discriminación, que obliga a igualar en cantidad las becas deportivas entre hombres y mujeres. Por eso el movimiento femenino en vóley es muy superior.
Al ser el vóley opción 1 ó 2 entre las chicas y 8 ó 9 entre los hombres, un total de 1809 universidades practican vóley femenino (Junior College, University o sus verdaderos nombres Two Years o Four Years Institutions) y sólo 206 el vóley masculino, de las cuales 107 son División 3 (NCAA) que no permiten becas por deporte. Entonces encontraremos equipos femeninos becados casi en su totalidad y equipos masculinos con un promedio de 4.5 jugadores con beca deportiva.
¿Por qué las reglas propias? ¿Es tan sólo la voluntad de originalidad? ¿Búsqueda de show? En parte, pero no sólo eso. “Al tratarse de ligas no reconocidas por la FIVB, con otras reglas, permite la posibilidad de incorporar bajo sistema de becas a jugadores y jugadoras sin transfer internacional”, simplifica Umansky.
DISNEYVOLEYWORLD
Las Ligas se dividen por categoría (NCAA, NIAA Junior College USIAA NCCAA) divididas en 3 niveles (Open, Club/USA y Classis/America).
El “Sueño Americano” de los líberos es indiscutible. Allí puede sacar, pero sólo en reemplazo de un mismo jugador durante un set. Puede además cambiar de camiseta y ser jugador de campo entre set y set. Por caso, si saca por el central 2 y está en campo por el central 1 cuando rota adelante, no tiene la obligación de salir y puede ir directo al saque.
Se trata de un vóley más flexible con la invasión de campo (línea central) y en cuanto a acciones espectaculares, ninguna pelota que salga del campo puede ser jugada. La rama femenina permite por ejemplo hasta 15 cambios según la categoría, mientras que en la masculina la División 1 permite sólo 6, aunque según las categorías el número llega hasta 12. Entre los cambios que se permiten por set un jugador o una jugadora pueden ingresar más de una vez.
El torneo estadounidense ha probado temporadas con sets disputados a 30 puntos. Entrenador o asistente pueden hablar, aunque no los dos al mismo tiempo, con el segundo árbitro, que debe contestarles. Incluso hasta se pueden incluir en casos especiales jugadores o jugadoras fuera de la lista de buena fe para el partido. En algunos casos se impide la recuperación de la pelota que pasa por fuera de las antenas. Se puede cambiar de líbero de un set a otro y puede pasar a ser jugador de campo. Y alguna vez, la locura, una pelota elegida como la “Golden Ball” permitía que la acción valiera dos puntos.
Martín De Rose @donderrouse
AGRADECIMIENTO: Guillermo Paredes, Presidente Comisión de Arbitraje FIVB
Links útiles:
https://www.jeffco.edu/volleyball
http://www.lee.edu/athletics/volleyball/
https://bceagles.com/sports/womens-volleyball
https://uicflames.com/sports/womens-volleyball
http://athletics.svu.edu/sports/wvball/index
http://www.mountmercymustangs.com/sport/0/18.php
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