Poco más de un mes pasó del comienzo de los Juegos Olímpicos de Río 2016. En aquellos primeros días de agosto, el mundo del vóley se vio sorprendido por la gran iniciativa de la FIVB de crear una casa exclusiva para el deporte justo enfrente de las playas de Copacabana. Treinta días después, aquel lugar fue remodelado y volvió a su actividad normal, al recibir a todos los alumnos de la Escuela Municipal en un ambiente renovado tras el legado que dejaron los Juegos.
Por el interior de la Casa circularon las personalidades más importantes del vóleibol durante más de 20 días. A su vez, fue el centro de reunión de un gran equipo de trabajo que comandó actividades a través del programa «Volleyball Your Way» durante todos los Juegos. Un lugar con historia, juegos y una experiencia multimedia de alta calidad:
Al finalizar la gran cita olímpica, el edificio volvió a ser remodelado para recibir a los alumnos de la Escuela Penna Cicero, que se sorprendieron ante los cambios encontrados. Con nuevas conexiones de internet inalámbricas, cambios en los muebles, pintura nueva en todas las paredes y la cancha de vóley del colegio, así como presupuesto para nuevos libros, el exitoso paso de los Juegos dejó una herencia inmejorable para la comunidad educativa de Copacabana. La directora de la institución se mostró agradecida por haber podido ser parte de la cita olímpica y a su vez por las mejoras que quedaban en el lugar para disfrute de los alumnos.
Por su parte, el presidente de la FIVB, Ary Graça F., se refirió a la importancia de este tipo de acciones. «La intención de la FIVB es dejar un legado. No es suficiente con mostrar a nuestros héroes e ídolos, tenemos que dejar algo para la ciudad. Es por eso que nos enorgullece la reestructuración que se hizo de la escuela», explicó.
Fuente: FIVB