Pocas dudas quedan sobre la enorme actividad de la Federación Internacional de Volleyball, o sea del voleibol mundial, como uno de los deportes más activos y pujantes en cuanto a cambio de reglas, espectáculo, impacto y crecimiento. La presencia de la FIVB durante los Juegos Olímpicos de Río 2016 fue tan notable, de tanta creatividad y liderazgo, tanto fuera como dentro del propio juego, que vale la pena un resumen que se acerque al nuevo escenario planteado por la entidad madre del voleibol mundial.
Tan sólo un punteo:
-Sistema Challenge
-Eliminación de tiempos obligatorios en 8 y 16
-La instalación de la Casa del Vóley en Copacabana
-Los Copa Courts
-La creación de la Comisión de Atletas
-El Trabajo con sponsors camino a Tokio 2020
-El crecimiento exponencial en material audiovisual
-Acciones contra la violencia en la cancha, a favor de la inclusión y la masificación
-Espectáculos interactivos en las canchas de piso y arena
-Alto nivel arbitral
No fue suficiente modificar el sistema de puntuación, implementando el rally point, el cambio más sensible que cualquier deporte pueda experimentar. Imaginemos al fútbol oficializando, finalmente, que el gol de palomita vale doble. El vóley investigó, probó, adecuó, y fue creciendo, dando cada día un paso más. Incluso con ensayo y error, como en temporadas pasadas cuando se intentó llevar a 21 puntos cada set (se probó en la Superliga de Brasil y en el Mundial Sub 23).
En los últimos años se implementaron el rally point, la presencia del líbero, de dos líberos, que el saque pueda tocar la red, que no haya más descansos obligatorios en 8 y 16, se probaron cambios respecto de los toques de red, de la recepción de manos altas, etc. ¿Llegaremos algún día a jugar por tiempo? ¿Quién sabe? La modernidad, los formatos televisivos, las nuevas tecnologías y las preferencias de nuevas audiencias obligan a esta dinámica en que la FIVB parece estar inmersa con recursos humanos, económicos y tecnológicos.
El piso y la arena de Río 2016, en el Maracanazinho y el Beach Volley Arena de Copacabana, llevaron al deporte a una nueva experiencia, tanto para jugadores como para expectadores, prensa, televisión, etc. En todos los casos la tecnología aplicada al espectáculo resultó de enorme éxito.
El “Challenge” cambió la experiencia para siempre. No sólo incrementó la justicia deportiva, “ayudando” a los árbitros en situaciones muy complejas de resolver, sino que el mismo sistema se incorporó al espectáculo con música, suspenso y los mismos jugadores creando escenarios de resolución tipo thriller. Los jugadores juntos en la línea de fondo, mirando la espectacular pantalla gigante el ritmo de la música, y las resoluciones festejadas por protagonistas y público fueron un verdadero espectáculo que se sumó a la belleza del vóley. Mejorando la velocidad de resolución, el sistema será una panacea. Claro, a veces utilizada por el simple motivo de su existencia, para tomar tiempo, para frenar embates, pero en definitiva, un sistema justo y de espectacular impacto en el resultado final de un partido.
No es tiempo ya de llorar por tantos juegos resueltos por subjetividades. Es tiempo, quizás, de reconocer el enorme valor del sistema, la gran aceptación y valentía de los árbitros que conviven con una tecnología que puede exponerlos, pero que en definitiva apunta a una causa mayor… Un deporte sano. Tan sano como el duelo de hinchadas sin violencia que es característico de nuestro deporte.
Reglas claras para toques en bloqueo, pelotas “in” “out”, invasiones, toques de red, toques de antena, un total de 7 rubros específicos y con reglamento que ayudan a la transparencia.
El Sistema de Challenge fue usado por primera vez en un evento FIVB durante los Campeonatos Mundiales de Clubes en el 2012. Y en la playa por primera vez en el Abierto FIVB Rio de Janeiro 2015, como prueba para Río 2016.
El Presidente FIVB Dr. Ary S Graça F° expresó: «El compromiso de la FIVB es mejorar las fuentes disponibles para asistir a los árbitros en el proceso de tomar decisiones y asegurarse que el partido es absolutamente equitativo en las acciones de los atletas”. El sistema, simplemente, permite la revisión ante una duda. Es un instrumento y su uso ya depende de atletas y entrenadores.
En sus primeros pasos llegó a criticarse el tiempo de duración de una revisión, pero no sólo ese tiempo se acortó, sino que además se quitaron los tiempos obligatorios en 8 y 16 que permiten mayor actividad en cancha para reasignar esos tiempos sin juego a revisiones que crean expectativas.
“El Sistema ha resultado un éxito extraordinario en los Juegos Olímpicos Rio 2016 y ha transformado la presentación del deporte permitiéndole a los atletas un mejor y mayor control durante los partidos” dijo el Secretario de la Comisión de Atletas FIVB Vladimir Grbic. A propósito, durante la competencia en Río 2016 la FIVB impulsó a la Comisión de Atletas para tener mayor influencia en el ámbito de las decisiones.
Pero también los árbitros cuentan con nuevas herramientas. Desde los Juegos Olímpicos en Londres 2012 se han beneficiado con planillas electrónicas, Tablets con Pantallas de puntaje, cambios, que ayudan a visualizar la inclusión de los jugadores al inicio de cada set y a seguir el puntaje, la rotación de los jugadores, los cambios y los tiempos pedidos por cada equipo.
Las autoridades de cada partido cuentan además con audífonos de intercomunicación, para trabajar en equipo, permitiendo una comunicación directa verbal.
No debe pasar por alto además el buen tino político y técnico de que la gran final femenina en la que China ganó el oro ante Serbia fue un partido histórico, ya que fue arbitrada por primera vez por dos mujeres, Susana María Rodríguez Nativa (ESP) y Patricia Rolf (USA).
Según un informe FIVB la base también se ha ampliado, y hay ejemplos que pueden servir como chequeo. Para Beijing 2008 31 países fueron parte de la clasificación, mientras que ese número creció a 143 para Londres 2012 y a 195 para Río. La Contiental Cup de beach volley, por caso, es un gran ejemplo de ello.
Sin impacto en las reglas de juego, pero sí en el espectáculo para el público, la fiesta fue total en el piso y en la arena, transformando al vóley en un verdadero show para la familia. La música, las animaciones, los juegos de luces y la tecnología aplicada se integraron a una fiesta completa. El “Monster Block” (https://t.co/8D1pHNsA2F) no sólo brindó espectáculo, sino que puso en su real importancia a una de las acciones de quiebre por excelencia. El “super spike” siguió siendo vedette, ahora con música, y se sumó el “Can’t Touch This” de Mc Hammer, con el agregado de “ace serve”, para los puntos de saque. Genialidades.
Dijo Ary Graça: «Estamos comprometidos a hacer del voleibol número uno en deporte entretenimiento para la familia en el mundo y Río 2016 ha sido un paso muy valioso en este sentido”.
Los que amamos este deporte, lo amamos en su esencia. Sin música, sin luces. Pero la misión de captar nuevas audiencias está en marcha, y parece estarlo por el camino correcto.
Martín De Rose
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