De pronto, este atípico año para los deportes -y para el mundo todo- dio un pasito al frente en busca de su vuelta a la normalidad. Aunque por ahora cueste pensar en una fecha certera en la que podrán reactivarse las competencias, gracias a la aprobación de las autoridades sanitarias nacionales, los deportistas clasificados a los Juegos Olímpicos de Tokio retomaron los entrenamientos en sus hábitats naturales y dejaron las prácticas en sus casas, esas a las que los llevó el aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige en el país por la pandemia de coronavirus (COVID-19). Y la Selección Argentina de Beach Volley, por medio de un pedido especial de la Federación del Voleibol Argentino, también recibió el visto bueno para volver a entrenarse de cara a la clasificación olímpica que tiene por delante.
Fueron casi 100 días los que debieron tachar en el calendario para volver a tener esa sensación única de sentir la arena en los pies. Y Fernanda Pereyra la describió con palabras: «Volver a pisar la arena fue una felicidad enorme. Pensabamos que no iba a llegar más el decreto. Cada vez se hacía más larga la espera, pero el lunes pudimos arrancar».
La sanjuanina entrena en Mar del Plata junto a Ana Gallay, Chechu Peralta y bajo las miradas de Pablo y Facundo del Coto, entrenador y asistente, respectivamente. El resto del equipo femenino lo completan Virginia Zonta, que iniciará sus trabajos en Santa Fe, y Brenda Churín, que hará lo propio en La Plata. Mientras que los integrantes del conjunto masculino se distribuirán entre Rosario y Tunuyán, Mendoza.
«Pensabamos que ibamos a estar peor pero la verdad que nos mantuvimos bastante bien entrenando en casa todos los días, menos los domingos. Nos pudimos mantener en cuanto a lo físico, aunque obviamente los detalles finos del juego nos faltan. Pero fue una felicidad muy grande poder volver», explicó Pereyra en diálogo con Somos Vóley.
Durante la primera semana de entrenamiento en La Feliz, las chicas realizaron trabajos con pelota en la playa, alternando con ejercicios físicos, juego y un día de descanso. Es que luego de varias semanas sin poder entrenarse en las condiciones habituales, el retorno está siendo pragmático para evitar posibles lesiones.
La medallista de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 cree que en un mes y medio, aproximadamente, podrán volver a estar en óptimas condiciones físicas y así recuperar lo perdido en estas semanas.
La preocupación central del seleccionado nacional está puesta en las competencias. Por un lado, el hecho de no tener torneos a la vista les permite estar tranquilas y no ponerse presiones. Sin embargo, el no poder competir también atenta contra la búsqueda de reencontrarse con su nivel. «Vamos a tener que rebuscárnosla para ver cómo podemos competir. A nosotras nos sirve jugar con chicos Sub 14, 15 o 16, que son con los que veníamos entrenando. No sé como lo tiene planificado el entrenador, pero yo creo que vamos a tener que organizar un torneo interno para poder competir, sino se va a ser muy arduo», cerró Pereyra. Aunque eso, por ahora, no le quita la felicidad de haber vuelto a pisar la arena.
Foto FeVA
Rocío García