Este viernes quedará registrado en el libro grande del beach volley femenino de nuestro país, ya que Ana Gallay y Georgina Klug lograron la clasificación a los Juegos Olímpicos de Rio por segunda vez en la historia de la disciplina en nuestro país y por primera vez a través del FIVB World Tour. Como dupla también será el debut olímpico de las argentinas, aunque Gallay ya fue parte de los Juegos de Londres 2012 junto a Virginia Zonta. Luego de vencer en un partido ajustado a las estadounidenses Sweat/Frendrick y de que quedaran fuera las duplas rusa y china que las perseguían en el ranking, las máximas representantes nacionales de beach se metieron sin escalas en la cita en Río.
El comienzo del sueño tiene orígenes diversos: uno en Nogoyá, Entre Ríos y el otro en Santa Fe con apenas dos años de diferencia. Los caminos las llevaron por lugares distintos, pero cuatro años atrás eso que llaman destino las unió para lograr un objetivo que hoy parece inexorable. Así recuerda esos inicios Georgina: «Cuando decidí formar parte de esta dupla fue casi con mis inicios en el beach volley, así que mis objetivos eran aprender a jugar este deporte y el desafío de mejorar. Decidimos salir a jugar el circuito mundial y éramos bastante inconscientes de qué se trataba porque la idea era formarnos como equipo» contó. Sin embargo, el recorrido comenzó a dar buenos resultados y las condiciones para ir en busca del sueño olímpico parecían estar dadas: «Desde el momento que clasificamos a Londres 2012 y empezamos a tener el apoyo del ENARD para competir en el más alto nivel me imaginé que iba a tener revancha de poder jugar otro Juego» expresó Gallay, quien junto a Zonta fueron la primera dupla argentina femenina de beach volley en disputar Juegos Olímpicos. Hoy se repite el momento histórico, pero con un condimento especial: «La primera revancha es haber clasificado entre las 16 mejores, que es algo importantísimo para nosotras» comentó.
La ansiada clasificación llegó con la última competencia que sumaba puntos para el ranking FIVB, el Major de Hamburgo, donde Gally/Klug sumaron dos victorias y una derrota en la fase de grupos y luego enfrentaron a Sweat/Frendrick en el duelo definitorio. Como sus perseguidoras en la tabla habían sido eliminadas, una victoria las depositaría en Rio, y ellas cumplieron con creces su parte. «La noche anterior no nos podíamos dormir, estábamos despiertas desde las 5 de la mañana con las palpitaciones a mil» confesó Ana, mientras su compañera agregó: «Festejamos porque habíamos ganado un partido infartante contra Estados Unidos e inmediatamente empezamos a gritar como locas que nos íbamos a Río. En ese abrazo se te vienen a la cabeza muchísimas cosas que pasamos en los últimos años, sobre todo lo duro que es este deporte. En mi cabeza hice un repaso de estos cuatro años y sentí un orgullo terrible de nuestro equipo, la alegría es plena por el objetivo cumplido y porque siempre hay ganas de más».
Esta será la segunda presentación del beach volley femenino de nuestro país en Juegos Olímpicos y llega después de la medalla dorada en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, un logro histórico que se suma a otro y que no hace más que exponer el crecimiento y desarrollo de la disciplina en los últimos años. Protagonistas excluyentes de este proceso, Georgina y Ana analizan el presente: «No caigo en la cuenta que estemos escribiendo historia, ojalá sea una que recién comienza» arrancó Klug y la siguió Gallay: «Con la ayuda del ENARD y la Secretaría de Deportes, el beach está creciendo de a poco y lo va a seguir haciendo». La santafesina aprovechó y contó una anécdota que refleja este camino: «Juliana Da Silva -reconocida jugadora de beach brasileña- me dijo cuando nos vio la primera vez en 2014 que le hacíamos acordar a ella y a Larissa cuando empezaron. Ella nos dijo ‘Ustedes van a marcar camino’ y a mi me quedó grabada esa frase. Creo que no me importa tanto quedar en la historia, sino que sea un inicio para la disciplina en la Argentina. Es un deporte hermoso y sueño con poder ayudar de alguna manera a hacer que se popularice y crezca» comentó.
En la cancha han demostrado ser una dupla de temer, pero igualmente se encargan de dar cuenta de la química que existe entre ellas: «Geo es muy compañera dentro de la cancha, es muy ganadora, siempre tira para adelante y no le gusta perder a nada» dice Gallay entre risas y confiesa la intimidad del festejo: «Primero festejamos haber logrado la clasificación y esta noche también celebraremos el cumpleaños de Geo, así que el festejo va a ser enorme» expresó. A la par, la próximamente cumpleañera, respondió: «La mejor manera de describir a Ana es que si estoy en una batalla, quisiera tenerla siempre al lado mío porque aunque sea imposible, ella siempre va a luchar, siempre va a dar un poquito más. Me demuestra todos los días que quiere superarse, que es una ganadora de alma y es lo mejor que se puede pedir de una compañera. Estoy orgullosa del equipo que tenemos».
En los Juegos las argentinas enfrentarán duplas a las que ya vencieron, otras a las que nunca han enfrentado y otras a las que tendrán la dura tarea de derrotar por primera vez. Todavía queda tiempo para prepararse, pero ellas hablaron de sus sueños. Empezó Klug, quien expresó: «Espero poder disfrutar cada partido, compartirlo con la gente que quiero y que va a acompañarme. Quiero disfrutar como disfruto siempre de jugar, vivir cada punto a morir, festejarlo, gritarlo y sentirlo. No puedo pedir nada más, el resto llega solo. Queremos estar a la altura de las circunstancias y jugarle de igual a igual a cualquiera». Sincera y aguerrida, Gallay cerró: «Ojalá cumplamos más objetivos. Me encantaría lograr una medalla, pero vamos paso a paso».
Especial para Somos Vóley,
Solange Didiego