El entrenador de Las Panteras Guillermo Orduna ya puede hacer cuentas y, siempre, con resultados positivos. La Selección Femenina, bajo su gestión, clasificó por primera vez a dos Campeonatos Mundiales consecutivos (Italia 2014 y Japón 2018), volviendo a la competencia después de dos ediciones de ausencia (Japón 2006 y 2010); también por primera vez participó de los Juegos Olímpicos, en Río 2016, y entre las buenas noticias logró meterse en la Copa del Mundo Japón 2015, disputar los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y conseguir medalla de oro en los Juegos Sudamericanos Santiago 2014.
En charla con Morgan lo Hizo, el entrenador de Las Panteras dejó frases sobre la clasificación en Arequipa, Perú, al próximo Campeonato Mundial 2018 en Japón, contra muchos pronósticos que se basaban en los resultados de la temporada, en los enfrentamientos previos con Colombia y Perú, y en los muchos cambios que alternaron en el equipo durante 2017.
“Fue un año difícil, el año pos olímpico. Muchos cambios, algunas bajas, imponderables con lesiones, las oportunidades necesarias para recambios”.
“Desde que comencé a trabajar con la Selección supe que rendía examen permanente. Para los Juegos Olímpicos había mucho más crédito. Llegamos y cumplimos. En esta nueva etapa incluso en lo personal me puse objetivos a corto plazo porque entiendo cuáles son las reglas de juego. Realmente no estuve nervioso, porque sé lo que transmito como entrenador. El estado de ánimo condiciona y hay que aprender a dominar esos sentimientos. Por suerte tuve la capacidad de transmitir seguridad y confianza”.
“No vivo pendiente de mantener mi cargo a toda costa. Me gusta lo que soy, lo que di y lo que puedo dar. Lo disfruté y viví todo intensamente, y creo que eso entienden las jugadoras. Lo que dicen, lo que comentan no me puede preocupar porque no lo puedo manejar. Controlo lo que puedo controlar, mi relación con el equipo”.
“No podíamos modificar que hubiera 8.000 personas en Arequipa, las medidas de la cancha. Podíamos manejar nuestras fortalezas, lo que tenemos, el camino que transitamos”.
“Se va generando una personalidad. Los equipos sienten, vibran y se comunican como las personas. Hay una actitud, una confianza que hace que en los momentos difíciles realmente surja esa personalidad ante la adversidad. Jugar de local no es fácil y siempre lo pudimos manejar bien. A Perú le costó más manejarlo en su país. Clasificamos jugando a un buen nivel”.
“La competencia es bárbara, pero no pudimos entrenar mucho. Fuimos de punto a Perú. Tuvimos que reconstruir en cada torneo. Siempre dije que lo que no te mata te fortalece, y en cada torneo muchas jugadoras tuvieron la oportunidad de estar en campo. Todas vivieron situaciones de superación, se hizo un equipo largo y eso fue una fortaleza, con la posibilidad de jugar con todas. En Jujuy incluso, en la preparación, plantábamos equipos y las suplentes ganaban sobre las titulares. Eran partidos muy cerrados. Se generó una sana competencia y todas estaban a la altura”.
“Habría que privilegiar competencias el próximo año, para administrar recursos. En el Campeonato Mundial pasado no pasamos a segunda ronda, esta vez no sería bueno conformarse y habría que ir a pasar a la segunda rueda, no volverse antes”.
“Poco a poco tenemos que lograr con nuestra competencia nacional que las jugadoras elijan quedarse y no irse”.