En la cancha son unas fieras. Las figuras en las que se basa
este Obras San Juan Voley, son una historia viva de esfuerzo y de humildad. Dos
historias del sacrificio que significa emigrar de su país buscando un futuro
mejor. Historias que buscarán tener rédito este fin de semana no sólo para el
club sanjuanino sino también para Cuba, su país natal. Osniel Melgarejo y Jesús
Herrera, le contaron a DIARIO DE CUYO sobre sus expectativas y sus enormes
ansias de poder gritar campeón con Obras.
Son carismáticos pero intentan poner seriedad a la hora de hablar de sus
objetivos y a la vez son muy compañeros. La charla comenzó analizando la serie
que hasta ahora los tiene igualando con Bolívar 1-1: «Fue difícil
enfrentar a Bolívar, nos preparamos psicológicamente para el segundo partido y
pudimos igualarlo, acá en nuestra casa queremos ganar la Copa, estamos super
enfocados y muy bien para dejar la Copa acá en San Juan», contó Osniel, el
punta receptor de 1,94 metro. Jesús fue un poco más allá y analizó el fuerte de
su rival: «Jugar en San Juan nos da ventaja porque tenemos el público a
favor. No será nada fácil, ellos tienen dos cubanos de selección, los centrales
son los mejores de la Liga y el líbero ni hablar, es increíble. Bolívar tiene
experiencia en la final, pero nosotros nos merecemos ganar la Liga»,
contó.
Los dos se conocen desde siempre cuando representaron a su país en la
selección. Incluso Melgarejo fue el nexo para que Herrera llegue a San Juan. Se
consideran «hermanos» por todo lo que viven juntos: «Gracias a
Osniel estoy acá sino estaría en Cuba entrenando como un loco», sostuvo
entre risas Herrera.
A los dos les costó en sus inicios decidirse por el voley. Melgarejo probó con
el básquetbol pero reconoce que nunca lo apasionó, hasta que ya adolescente fue
citado a una selección y ahí sí se decidió. En tanto, Herrera, más
extrovertido, contó que hizo muchos deportes como atletismo, balonmano,
básquetbol, beach volley y hasta boxeo y en éste último hizo hincapié porque
reconoció que le servía de terapia: «Yo estaba medio loco (risas). En ese
tiempo yo estaba mal porque en Cuba no se cobra mucho y yo tenía que ayudar a
mis padres, tenía que trabajar y estudiar, eran muchas presiones así que me
desquitaba con el saco y con quien me tocara de sparring», expresó Jesús
quien desde chico sabe lo que es ganarse lo propio: «Yo desde Sexto Grado
ayudaba a mi papá a cargar arena, a soldar, a hacer puertas y hasta criar
cerdos». Los cubanos reconocen que haber emigrado de su país fue buscando
el profesionalismo que aquí encontraron y por eso buscan su premio: «El
cubano es diferente al mundo. Mi mamá luchó mucho para que no nos faltara nada,
gracias a ella estoy donde estoy y le debo la vida. Ahora estoy haciendo lo que
puedo para darle todos los gustos, espero que con Obras pueda regalarles un
logro», contó Osniel. «Aquí pude ser profesional y eso es súper
lindo, te abre puertas a otros países y otras economías. Ahora sí tengo un
salario y estoy guardando mi plata para poder llegar a Cuba y ayudar en lo que
pueda» se ilusionó.
Típico de los cubanos, a Melgarejo y Herrera les gusta el baile, la rumba como
ellos le llaman: «Tratamos de enseñarle a los chicos pero los argentinos
son duros. Le decimos que muevan la cintura y mueven los brazos»,
aseguraron entre risas los cubanos que esperan este sábado alcanzar la gloria
con Obras y hacer historia también para su país.
Fuente Diario de Cuyo