Brasil sigue de festejó después de lograr en los Juegos Olímpicos de Río, una nueva medalla de oro en el vóley indoor. Luego de la primera escala en Paranaense, este domingo la cita fue en el Distrito Federal donde más de 40 mil personas, además, le hicieron la mejor de las despedidas al histórico Serginho.
El calor y el intenso sol en Brasil no fue un obstáculo para una verdadera fiesta para el vóley. Y Brasil sabe de eso. Portugal fue el invitado de lujo para el segundo partido de festejo del oro olímpico recientemente logrado por la Selección de Bernardinho después de ganarle la final a Italia.
No obstante, esta tenía un condimento más que especial. La despedida de uno de los jugadores símbolo del Brasil ganador de todo: el líbero Serginho, quien a los 40 años deja la Selección después de lograr la medalla de oro olímpico en cuatro oportunidades, nada demás y nada menos.
Y la fiesta fue preparada para él. El partido iba 2-1 y se acordó que el cuarto set se juegue a 15 y así fue como en el 14-10, se rompieron las reglas, Serginho fue al saque y, como no podía ser de otra manera, terminó el partido con un ace. De ahí en adelante todo fue emoción para uno de los mejores líberos de la historia.
Minutos después y con voz quebrada, el líbero dijo: “Fueron muchos años dedicados a esto, soy demasiado feliz por todo lo que pasó en mi vida y sólo tengo palabras de agradecimiento para el vóley. Es una gran alegría para mí estar aquí, con estos muchachos que han hecho historia. Estoy llorando de alegrí, no de tristeza, no se puede estar triste con esta camiseta”.
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