Si pusiéramos a la legión de argentinos por el mundo de nuestro vóley en una partida de TEG, el conocido juego de mesa surgido hace más de 40 años, el objetivo de conquistar Europa estaría al alcance de la mano. La marcada emigración de la temporada entrante de clubes, la más grande de los últimos tiempos, deja cubierto el mapa del Viejo Continente en un alto porcentaje, que a continuación será desglosado.
Para este ciclo 2020/2021, contando sólo jugadores (a sabiendas de que además hay muchísimos entrenadores en el extranjero) la lista incluye al momento 77 nombres. España y Francia son los destinos más concurridos y luego viene la rutilante Italia, pero la bandera también está plantada en Polonia, Turquía, Grecia, Alemania, Bélgica, Portugal, Austria, Suiza, Suecia, Finlandia, Rumania, República Checa y hasta Macedonia del Norte. Son 16 de los 51 países que actualmente se consideran parte de Europa, incluidos los transcontinentales compartidos con Asia.
Ese número recién roza la tercera parte del total, pero la conquista no es cosa de este año y eso queda claro extendiendo la línea de tiempo tan sólo unos años para atrás. La temporada pasada permite sumar Bulgaria, Chipre y Eslovaquia, destinos relativamente exóticos en los que jugaron, respectivamente, Franco Giachetta en el primero, Bruno Romanutti y Pablo Guzmán juntos y Agostina Soria en el último. Con un paso más hacia atrás en el calendario (2018/2019) se suman Hungría, con Antonela Fortuna como la más reciente de las varias argentinas que allí jugaron, y Reino Unido, gracias a la increíble historia de Marcos Aldazábal en el IBB Polonia de Inglaterra, que pasó de retiro temporario a título con Giba de compañero.
Más hacia el este se incorpora Rusia, que lo tiene actualmente a Martín Blanco Costa como asistente en Novy Urengoy, pero si de jugadores se trata el último fue Pablo Kukartsev, en Yugra Samotlor Nizhnevartovsk en 2017/2018. En ese mismo período, Tanya Acosta arregló con el Azerrail Baku de Azerbaiyán, pero una lesión le impidió consumar su llegada y terminó jugando dicha temporada en Gimnasia y Esgrima La Plata.
Hasta ahí, 23 territorios en las últimas cuatro temporadas, pero hay dos ejemplos más que, si bien cargan un asterisco, vale la pena su inclusión por su carácter inusual. Uno es Noruega, no explorado a nivel clubes pero que tuvo a Santiago García Domench en el cuerpo técnico de su Selección hasta 2017, y otro es nada menos que Luxemburgo, lugar para el que hay que remontarse hasta la temporada 2011/2012: en aquella ocasión el Srassen, que llegó a jugar Copas de Europa, contó con Juan Pablo Stutz en sus filas. Son entonces 25 países, más del doble de Sudamérica, con la celeste y blanca flameando gracias a nuestros trotamundos del vóley. Y estaremos atentos a seguir pintando el mapa con nuevos destinos.