Hace casi un mes, a principios de octubre, la Federación Internacional de Voleibol puso en funcionamiento el micrositio web de la edición 2017 de la Liga Mundial. Ocho meses antes del inicio de competencia programado al día de hoy. Esa antelación es una muestra de una arista que tiene el torneo, principalmente en el Grupo 1 que jugará la Selección: altos estándares de organización para escenarios, como Argentina, que estarán en el centro de las miradas.
La vuelta de la Selección al máximo nivel del torneo se consumó en 2016, pero con un detalle que allanó el camino a ese regreso: la posibilidad de jugar los tres weekends fuera de casa. El Grupo 1, a tono con su condición de ser el más importante de todos de un torneo que nació por y para la televisión (por ende, con el costado de show bien marcado), supone muchas obligaciones que, de mínima, representan un esfuerzo económico y organizativo considerable para nuestro voleibol. Sin embargo, para este 2017 Argentina volverá a ser sede y tendrá este reto por delante.
La última vez que el territorio argentino fue sede de la elite, antes de esta división de niveles en el torneo, fue en 2013, con la organización del Final 6 en Mar del Plata. Aquella vez, desembarcó el video challenge en Argentina, para revisar los fallos arbitrales a través de la tecnología, algo que fue toda una novedad en ése entonces.
Hoy, cuatro años después, el sistema evolucionó a punto tal de convertirse en algo obligatorio para el Grupo 1, con diferentes juegos de cámaras que permitirán controlar fallos sobre, por ejemplo, balón dentro o fuera, roces en bloqueo o jugadas en la red (toques, contacto con las varillas e invasión del campo rival). Esa será una de las cosas que deberá incorporar la Argentina para el desarrollo del tercer weekend, del 16 al 18 de junio.
La tecnología, que fue uno de los grandes destaques de los recientes Juegos Olímpicos, representa precisamente una buena parte del salto de calidad que significa organizar partidos en el Grupo 1. Intercomunicadores para los árbitros (claves para trabajar sobre las imágenes del challenge), planilla de juego electrónica y tabletas para los árbitros y bancos de suplentes, que se utilizarán hasta para pedir los cambios, son otras de las novedades tecnológicas a tener en cuenta.
Todo esto, sumado a los anteriores detalles que ya eran condiciones organizativas de este primer nivel, desde banderas para lucir los alrededores del estadio de turno hasta, justamente, una sede que roce lo impecable. Si bien todavía no está definida la ciudad que albergará la visita de Brasil, Serbia y Bulgaria en ese tercer weekend, tanto la lista de requerimientos como la envergadura de los rivales acota las posibilidades y arroja una certeza: Argentina no sólo tendrá un desafío de los lindos adentro de la cancha. Afuera también deberá estar a la altura.