Maximiliano Cavanna es un argentino de carne y hueso. El fútbol es una religión para él y Leo Messi, un dios. El armador de Aluron CMC Warty Zawiercie en su infancia se inspiró en los futbolistas.
Hizo sus primeros pasos deportivos en River Plate y, hasta los 13 años, entrenó simultáneamente fútbol y voleibol.
El argentino firmó un contrato con el equipo polaco antes de que comenzara la pandemia. “Todavía tenía una oferta de Italia, pero estaba muy interesado en jugar en Polonia. Hablé mucho de eso con mi buen amigo Facundo Conte, que estuvo dos temporadas en Bełchatów y con el central de Gdańsk, Pablo Crer. Después de consultar con mi esposa, tomé la decisión en solo 48 horas”, dice Cavanna.
Desde 1913, el clásico de Buenos Aires entre Boca Juniors y River Plate ha electrizado a todo el país y calentado las emociones de los aficionados de ambos equipos. Entre ellos se encuentra Maximiliano Cavanna, que es hincha de River desde pequeño, donde también dio sus primeros pasos en su carrera deportiva.
¿Maradona o Messi?
La familia Cavanna vive a solo tres cuadras del Estadio Monumental. Cuando Maximiliano tenía ocho años, su padre lo llevó junto a su hermano y hermana a ver el partido desde las gradas por primera vez. El actual jugador de voleibol se convirtió en uno de los «socios», es decir, miembro del club. –“Soy un gran fan de River. Hasta hoy, siempre que puedo veo el clásico en la cancha y si no puedo asistir a un juego, me encuentro con mis amigos y lo vemos juntos. El día del partido es una gran fiesta en todo el país que se extingue durante dos horas, dice Cavanna. Así como su padre lo llevó hace años al Estadio Monumental, hoy él lleva a su hijo Valentino, de 4 años.
El primer ídolo del fútbol de Cavanna fue Enzo Francescoli. El delantero uruguayo conocido como el «Príncipe» pasó un total de seis temporadas en River Plate y terminó su carrera allí en 1997. Más tarde también se convirtió en uno de los manager del club y se dice que para los uruguayos es una figura tan grande como lo fue Diego Maradona para Argentina. De todos modos, hasta el día de hoy los fanáticos de Maradona (los llamados maradonianos) y Leo Messi (mesianos) se enfrentan en Argentina. “Mi abuelo y mi padre están enamorados de Maradona, pero yo estoy más cerca de Messi porque vivo en su tiempo y puedo ver su juego en directo. Se dice que si Messi ganaba el Mundial, eventualmente superaría a Diego. Este último no es un buen ejemplo fuera de la cancha, especialmente si se consideran sus escándalos morales y problemas de drogas”, dice Cavanna.
Peor que en PlayStation
Debido a su fascinación por Messi, el armador argentino siempre elige al FC Barcelona cuando juega a PlayStation, que en un mundo no virtual está atravesando una gran crisis. “Ningún argentino enamorado de Messi esperaba tal giro de los acontecimientos. Se puede perder, pero no de la forma en que el Barcelona perdió, 8-2 ante el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Champions League. Además, tuvo un porcentaje tan bajo de posesión de balón, y es famoso por esto”, dice Cavanna, a quien no le sorprendería la salida de Messi de la Duma catalana. –“Seguí la conmoción en torno a esto. Un cambio de escenario le vendría bien. Aunque sea difícil salir de un club con el que ganó todo, batió récords y tiene Balones de Oro. El FC Barcelona ha tocado fondo ahora”, dice el argentino, que, además de la liga española, también está siguiendo de cerca los juegos en la Premier League y la Bundesliga.
La historia de Cavanna con River no se vive solamente como hincha. Hizo sus primeros pasos deportivos en este club y hasta los 13 años entrenó simultáneamente fútbol y voleibol. “Fue una experiencia increíble para un niño cuando me puse el uniforme de fútbol, los botines y salir corriendo al campo como sus ídolos. Jugué como mediocampista y me encantó. La práctica de dos disciplinas estaba asociada a que los sábados jugaba torneos de voleibol y un día después salía corriendo a la cancha como futbolista. Elegí el voleibol porque me divertía más jugándolo y, además, la mayoría de mis amigos en ese momento lo jugaban”, dice Cavanna, quien hizo sus primeras amistades en su querido club River Plate.
“Zibi (Bartman) se ha adaptado bien en Argentina. Esto es muy importante. Como deportistas, vivimos constantemente de maletas y nos movemos de un lugar a otro. Nosotros y nuestras familias necesitamos sentirnos bien en el nuevo lugar porque afecta nuestro juego”, dice Cavanna.
Bartman en Argentina se ha convertido en un fanático de los asados. Todo tipo de carnes están a la parrilla, incluidos los famosos filetes. “Visité a Zibi en Varsovia, también estuvimos en la casa de sus padres, donde preparó un asado al estilo argentino y lo hizo bastante bien”, admite Cavanna. Bartman luego mostró la foto de ambos en las redes sociales con la leyenda: ‘Cuando nos fuimos de Argentina nos dijimos que esto no era una despedida y que pronto nos encontraríamos en algún lugar del mundo. La vida escribe guiones asombrosos ‘. Y escribió. ‘Después de un año de descanso, vuelven a jugar en el mismo país: Cavanna en Zawiercie y Bartman en Stali Nysa’.
Sus amigos lo convencieron
El argentino firmó un contrato con los Jurassic Knights antes de que comenzara la pandemia. “Todavía tenía una oferta de Italia, pero estaba muy interesado en jugar en Polonia. Hablé mucho de eso con mi buen amigo Facundo Conte, que estuvo dos temporadas en Bełchatów y con el medio de Gdańsk, Pablo Crer. Después de consultar con mi esposa, tomé la decisión en solo 48 horas”, dice Cavanna.
Tras el final de la temporada en Italia no pudo regresar a Argentina por lo que los meses entre la suspensión del torneo de la Serie A y su llegada a Polonia los pasó con sus familiares en Piacenza.
“El invierno comenzaba en Argentina por lo que todos temían un aumento en el número de casos de coronavirus y el regreso era difícil. Ponerse en cuarentena y quedarse en casa era difícil con miles de personas que mueren todos los días. Espero que la situación se controle, que nada nos impida terminar el torneo, y que todos los jugadores sobrevivan hasta el final de la temporada”, finalizó el argentino.
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