Después que Julián Gómez atacó la pelota que selló el 15-13 de River sobre Libertad que le dio el ascenso a la A1, no paró de llorar. A cada persona que lo vio, sea de donde sea, lo emocionó. Martín Portillo es uno de los que más tiempo lleva en el club de Núñez y vivió de cerca las buenas, pero también las malas.
A pesar de que en la final no pudo ser, el punta receptor que juega desde las inferiores en River y que también viene de ser subcampeón metropolitano con la institución, contó desde adentro lo que significa este presente de River.
Todavía resuena la definición a estadio lleno en el Gorki Grana de Morón, una final que terminó siendo para el local en la serie por 2-1 y que dejó a River subcampeón por segundo año al hilo. Sobre las primeras sensaciones de esa final, Portillo confesó: “Me queda el sabor agridulce de la final perdida, pero de satisfacción porque cumplimos el objetivo que nos pusimos desde que empezamos la Liga. Se dejó todo lo que teníamos y eso hace que como equipo hayamos quedado satisfechos y orgullosos con el camino que hicimos. Hoy capaz no se sienta, pero con el pasar de los días vamos a ir cayendo de lo importantísimo de este logro a nivel deportivo en el club”.
En las finales, River empezó ganando el primer partido 3-2 en Núñez, pero luego Morón se recuperó con dos victorias de local para finalmente ser el campeón de la A2. “Desde el comienzo sabíamos que iba a ser un duro escollo. Morón tiene un muy buen plantel y fuerte en ataque. El primer partidos nos salió muy bien el planteo que hicimos y así todo fue muy parejo el desarrollo. Después, en el segundo partido, la clave estuvo en el primer set peleado que se nos escapa por errores propios, dejamos pasar esa posibilidad de dar un paso adelante y también por mérito del rival, que en esas instancias y con esos jugadores no te perdonan. El tercer partido también fue peleado, nos equivocamos un poco más que ellos y ahí hicieron la diferencia. Morón es un justo campeón y bien merecido lo tienen”, resaltó el punta.
Sin dudas, el día que River ganó la semifinal en San Jerónimo y logró el ascenso a la A1 fue muy especial para todos los que estuvieron allí. “Está en mis recuerdos más hermosos que viví en este deporte”, aseguró Portillo y completó: “Fue una sensación hermosa saber que fue un objetivo cumplido después de tantas dificultades en el camino y también fue una revancha personal. Disfruté mucho esas dos semis en San Jerónimo, cosa que en el primer partido no pude hacer. Esa sensación de poder devolverle al club que me dio todo ese lugar que nunca debería haber perdido es algo único e irrepetible. El llanto de alegría del final se prolongó por varios días”.
Martín Portillo jugó el último Metropolitano en River pero en las últimas temporadas que el club disputó la A2 él fue parte de diferentes equipos de la Liga A1 como Puerto, Bolívar, etc. pero esta vez decidió quedarse en River. “Antes de arrancar tenía ofertas de otros equipos e incluso para jugar afuera. Yo había ido a ver la final de la A2 pasada y me quedó esa sensación de que debería haber estado ahí. Este año, después del Metro, me preparé física y mentalmente para lograr eso y creo que parte de la emoción final contra Libertad tuvo que ver con eso, fue un duro esfuerzo que gracias a mi familia, mi novia y amigos lo pude conseguir. Es una satisfacción enorme y la alegría es doble”.
Cuando River jugó su última Liga A1 en la edición 07/08, Portillo apenas tenía 18 años y vivió de cerca ese año del descenso. A la hora de recordar esa época, contó: “Me acuerdo de seguir el punto a punto en un ciber de la época para ver cómo iba River en Córdoba. Tuve la suerte de entrenar con ese equipo un par de veces y dejaba todo cuando me tocaba hacerlo porque quería estar, típica de pibe caprichoso de 18 años, quería jugar de titular aunque era imposible, jaja. Me dolió el descenso y sobre todo con el correr de los años cuando empecé a jugar la Liga, ahí caí en la importancia que tiene River en ese lugar de elite. Pasó mucha agua bajo el puente institucionalmente, en parte causal de ese descenso, pero con el tiempo se fue acomodando todo y fue un duro camino de ocho años que por suerte terminó”.
-¿Qué te gustaría para lo que viene con River?
-Como equipo, que se conserve la base y trabajo que se viene haciendo hace ya tres años, vamos por buen camino. No son casualidad las tres finales seguidas y el ascenso, es causalidad. En lo personal, seguir mejorando y prepararme lo mejor posible para el Metro que viene y, obviamente, con la ilusión intacta que River juegue la A1. Un paso positivo es saber que ya se están haciendo tratativas para que se logre. Un sueño que me queda por cumplir con River desde que llegué al club en el 2004 es tener mi camiseta con la 5 y mi apellido jugando la A1. Hoy ese sueño está cada día más cerca, ojalá se cumpla.
María Eugenia Candal
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