Sin lugar a dudas, el último domingo más de uno quedó sorprendido cuando Matanza Deportes logró meterse entre los 16 mejores de la Liga A2 al lograr cuatro puntos en el weekend. No obstante, más valioso es si se conoce su historia deportiva, plantel y hasta un viaje con más obstáculos que kilómetros a San Juan.
Después de un intento fallido en 2011, Matanza Deportes empezó a competir en el vóley masculino de la Federación Metropolitana hace apenas tres años atrás, desde 2014. Ese año lo hizo en inferiores y al año siguiente sumó la Primera para competir en mayores con Hernán Carneri a la cabeza. En 2015 se coronó campeón en Tercera y ascendió y en 2016 repitió en Segunda para llegar a la Primera División, la segunda categoría FMV después de la División de Honor y en la que jugará en este 2017.
Con el ascenso a la Primera División consumado, Matanza apostó a más con su incursión en esta Liga A2 2017 en un proyecto pensado a largo plazo y con una primera experiencia piloto. Así, se transformó en el primer equipo proveniente de la tercera categoría FMV que juega una Liga A2.
De esta forma, encaró la temporada de A2 con varios jugadores del ascenso y completó el plantel con algunos juveniles y jugadores, en su mayoría, de Primera. Todos ellos, sin cobrar ningún sueldo, que nunca habían jugado juntos y con pasado nulo en Liga salvo casos como el de Ignacio Triñanes y Juan Otturi, quienes lo hicieron con Club de Amigos.
El camino en la A2 empezó tal vez con el panorama que se esperaba: una zona difícil y un arranque esquivo. En los seis primeros partidos que jugó cosechó 4 puntos sobre 18 posibles. En la ronda de vuelta viajó a Catamarca y empezó con un 3-1 sobre Obreros y aunque perdió 3-0 con Ateneo, mostró un mejor nivel que lo ilusionó para lo que vino después. Esa esperanza se potenció con el 3-0 sobre la Selección en González Catán y ante uno de los rivales directos.
No obstante, cuando parecía mejor perfilado para empezar a pensar en una posible clasificación, recibió un duro golpe en el CeNARD con un 0-3 a falta de un weekend. Ese resultado hizo que Matanza viaje a San Juan con la obligación de sacar al menos 4 puntos para clasificar ya que en diferencia de sets estaba por debajo de la Selección y Banco Hispano.
Y para complicar más el panorama el viaje de ida fue una odisea. El equipo salió el viernes a las 19 horas de Isidro Casanova previendo llegar a la mañana, pero algunos problemas para acertar el camino, sumado a que lo hicieron en un minibús, terminó por hacer un viaje más que duro para llegar pasadas las 16 horas. Y a las 22 enfrentaban a UVT, el segundo en la tabla.
Pero Matanza jugó un partidazo que se extendió por cinco sets y que le dio un punto que lo dejó con chances para el día siguiente. Y frente a Hispano, en el mano a mano, prolongó el buen nivel y se llevó los tres puntos que necesitaba para clasificar.
El vóley siempre guarda de esas historias y esta Liga A2 no fue la excepción. Matanza Deportes es el protagonista en esta ocasión y ya sueña con Tucumán.
María Eugenia Candal
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