La pandemia de coronavirus (COVID-19) puso en pausa la actividad, obligó a que se cancelen torneos y frustró los planes de muchos equipos que soñaban con ser campeones. Sin embargo, las ideas para que el vóley siga creciendo no se detuvieron. Y vaya si en el sur de nuestro país aprovecharon el tiempo. La «Liga Patagónica de Voleibol» que reunirá equipos argentinos y chilenos es un hecho, y empezó a encender las ilusiones de chicos y chicas que tendrán lo que tanto deseaban: más competencias.
Impulsadas por el entusiasmo de los clubes, las federaciones de Santa Cruz (FeSaVol) y Tierra del Fuego (FVF), junto a la Asociación de Punta Arena de Magallanes, Chile (AVPA), unieron fuerzas y concretaron un trabajo que vienen planeando desde hace tiempo, pero que la rutina diaria de la vida previa a la era del coronavirus siempre postergaba.
«Si no fuese por la pandemia, la vorágine del trabajo lo hacía muy difícil. La Liga se venía pensando hace mucho tiempo y ahora se dieron las condiciones federativas para realizarla», le contó a Somos Vóley Fernando Pandolfi, presidente de FeSaVol y uno de los cabecillas del proyecto que ya tiene el aval de las federaciones del vóleibol argentino y chileno.
La complicada realidad sanitaria y los rebrotes que se produjeron en la región, dificultan la posibilidad de que el estreno del nuevo torneo se produzca este año, aunque todavía guardan esperanza de poder realizar al menos una fecha. En caso de concretarse, el torneo se jugará con 10 equipos de primera división masculina (por ahora están interesados 6 de la zona sur de Santa Cruz, 2 de Tierra del Fuego y 2 de Chile).
De todos modos, los organizadores proyectan el gran lanzamiento para el 2021, donde anhelan contar con la presencia del presidente de la FeVA, Juan Galeote, y su par chileno de FEVOCHI, Jorge Pino Madrid. En la próxima temporada, la Liga se desarrollará a lo largo de tres fechas y Pandolfi aseguró que se sumará a la competición la categoría Sub 13, al tiempo que también están conversando con equipos de la rama femenina para que pronto se produzca su desembarco en el certamen.
Además, la zona norte santacruceña está trabajando para jugar con equipos del sur de Chubut y Coyaique, con la idea de organizar un campeonato a futuro entre los clubes de ambas zonas.
Por su parte, los dos equipos que finalicen en los últimos puestos jugarán un clasificatorio con otros conjuntos que quieran sumarse a la Liga binacional y cumplan con las dos condiciones obligatorias para participar: la institución debe tener inferiores y ser afiliada al vóleibol federado.
«Queremos fortalecer deportivamente la zona y que crezcan las dos ferderaciones y la asociación. Y es muy difícil crecer sin competencias. Por más que nosotros nos reunamos mucho, lo más importante es que si no están los clubes, las federaciones no existirían. Y acá los clubes quieren jugar esta Liga y quieren que sea institucionalizada, o sea, si no tenés primera división ni inferiores, no podés jugar. Así, los clubes constituidos van a crecer mucho», sentenció Pandolfi.
La ecuación es simple: con mayor cantidad de competencias, los equipos se fortalecen y se potencia el deporte en la región. Y la Liga Patagónica está lista para avanzar en esa dirección.
Rocío García