Sin dudas, uno de los desafíos más grandes para un jugador argentino en esta temporada lo tuvo y lo tiene Nicolás Uriarte. A sus 27 años, luego de ganar campeonatos y reconocimientos desde inferiores en Ciudad y GEBA de Buenos Aires, luego de celebrar títulos con Belchatow en una de las ligas más poderosas del mundo, la polaca, y después de un par de brillantes Ligas Argentinas primero con Boca, luego con Buenos Aires Unidos, recibió un llamado ciertamente esperado. Marcelo Méndez y el Sada Cruzeiro, equipo 29 veces campeón de todo, lo estaban buscando. Estaba claro que para seguir ganando.
Todo cerraba. “Yo tenía muchas ganas de jugar en Brasil, de tener esa oportunidad después de años en Polonia. Cuando se concretó el interés me puse muy feliz porque no sólo era Brasil, era Sada”, adelanta Uriarte, quien resaltó el orgullo que significó haber recibido ese llamado.
“Um time que faz história no vôlei brasileiro e mundial”, coinciden todas las crónicas en idioma original. Sada no paró de cosechar títulos desde 2010: 3 Mundiales de clubes, 4 Sudamericanos, 5 Superligas, 3 Supercopas y 8 estaduales Mineiros (Ver el palmarés) lo avalan. Un imperio que construyó un entrenador argentino ex River, ex Son Amar Palma de Mallorca y Selección de España como Marcelo Méndez, en sociedad con un gran equipo y fundamentalmente junto a un conductor como William, armador brasileño que dio su salto de calidad en el Bolívar de Javier Weber desde 2006.
Allí, el gran desafío. Tomar la posta en un equipo con gloria, con jugadores estrellas de Brasil y de Cuba, y en el lugar de un director de orquesta consagrado como “el Mago” en la jerga popular. Sin embargo, a lo “Nico”, en silencio, él asumió esa responsabilidad.
El título en la Copa Brasil de la pasada semana es un golpe y, quizás, un comienzo. “Estamos en un buen momento. Fue muy bueno poder jugar bien la Copa, sobre todo la final, a ese nivel. Y ganar siempre da confianza para poder seguir trabajando y creciendo un poco más como equipo. Acá se arranca muy temprano a entrenar y competir y fuimos mejorando. En lo personal tuve partidos buenos, algunos malos. Pero siento que estamos en el camino”, cuenta el armador argentino antes de su entrenamiento del viernes, ya pasado el festejo copero que tuvo su fiesta total en el Mineirao, en la previa futbolera de Cruzeiro 1 – América Futebol Clube 0.
En el segundo torneo más importante de la temporada nacional, Sada Cruzeiro le ganó la final a SESI, un “candidatazo” con los campeones olímpicos William, Murilo, Lipe, Lucas Saatkamp… Y lo más impactante, en su casa en Vila Leopoldina, San Pablo, en un tie-break espectacular que se cerró 25-23, 20-25, 25-17, 29-31 y 15-9. En el camino, en cuartos, había quedado el Volei Renata del entrenador Horacio Dileo y el líbero Facundo Santucci, en el marco de un mercado con buena presencia nacional. Dice Nico: “Llegué a un equipo en el que hay obligaciones, algunas presiones por lo que se ganó, pero en el que logré encontrar el disfrute en entrenar y jugar partidos como la final de la Copa. Esa es otra gran victoria, más allá del resultado”.
El primer título para Zenit Kazan de Rusia en el Mundial de Clubes, disputado a fines de 2017, cortó la trilogía del Sada pero, para Uriarte, resultó una plataforma. “No pudimos ganar pero volvimos, en cierto sentido, fortalecidos. Dimos un paso en el juego y ahora, en la Copa, dimos un paso más. La temporada es larga; quedan el Sudamericano de Clubes y los playoff de la Superliga. El desafío es mantener el alto vuelo por más tiempo y encontrar regularidad en ese nivel para poder estar en la pelea en ambos torneos”, reconoce el hijo de Jon Uriarte, ex entrenador de la Selección Argentina entre 2006 y 2008, de la australiana en dos ciclos, ex técnico del Minas en la Superliga de Brasil y tantos equipos, pero sobre todo espectador orgulloso de la final en San Pablo.
Casi una pregunta obligada, de cajón para un periodista promedio: «¿Algún sabor especial jugar la final ante el ex armador de tu equipo?»… Y una respuesta que lo identifica al entrevistado: “El sabor especial fue porque era una final, porque jugamos bien y porque la ganamos. Coincidió que fue ante SESI, el dueño de casa y que del otro lado había un fenómeno como William, nada más. Mi desafío es seguir creciendo en lo individual y así seguir generando esa confianza grupal que es siempre muy importante y contagiosa”.
EL DESEMBARCO
Uriarte recuerda que cuando llegó, el entrenador argentino Marcelo Méndez sólo le transmitió tranquilidad: “Me dio confianza y me puso a trabajar. Se puede hablar mucho, pero hay que confiar en el trabajo y entregarse al máximo al equipo en el entrenamiento y en los partidos. Todo lo demás deja de importar. Me recibieron muy bien todos los jugadores y el cuerpo técnico y eso de entrada ayudó mucho. Tienen jugadores de muy alto nivel y gran experiencia que aportan para que pueda estar tranquilo. Sin darte cuenta te vas adaptando y enfocando en lo que realmente importa”.
Hay un dato fundamental que incluso cuando no juega le permite disfrutar: “Estoy aprovechando. Acá hay muchos armadores fenomenales como William, Rapha, Marlon o el mismo Ricardinho (campeón mundial 2002, antecesor de Bruno), con sus 40 años jugando en un nivel increíble. Estoy disfrutando enfrentar, jugar y aprender de esos armadores. Me tocó ir al banco contra Maringá y pude ver tranquilo a Ricardinho (risas), en primera fila. Pensaba en el banco, qué lindo poder tener esta experiencia y poder seguir aprendiendo”.
Sobre Méndez, de los pocos próceres argentinos en algún rincón de Brasil, Uriarte asegura que “ha construido su prestigio, está más que a la vista por lo realizado por él y todo el staff en el equipo principal y en las bases. Desde adentro vivís el día a día del trabajo, la dedicación absoluta para llegar a esos resultados, el compromiso, su exigencia, su observación puntual y el foco en los objetivos. Ojalá sigamos ganando este año”, vuelve a reír Nicolás.
Lo que sí deja claro es que encontró un espacio para disfrutar. El ex armador de Belchatow, Mendoza Vóley, Bologna y Roma en Italia, que asomó su asombrosa técnica en su adolescencia en Australia, no hace comparación entre sus últimas dos experiencias en Polonia y Brasil, pero deja un dato. “Tienen estilos diferentes de juego, pero son súper competitivas. La diferencia está más fuera que dentro de la cancha, en la vida de cada día. Estoy disfrutando mucho de la vida en Brasil”. Al fin y al cabo, la posibilidad de disfrutar es un triunfo de los más importantes en la carrera de Nico Uriarte.
Martín De Rose
@donderrouse
FOTOS: Prensa Sada Cruzeiro
VIDEOS IMPERDIBLES
DETALLES BRILLANTES DE NICO
https://www.youtube.com/watch?v=upQGTbU1_Sk
DE CECCO URIARTE FOOTGOLF
https://www.youtube.com/watch?v=T3RYzM1k_70
SU SOCIEDAD CON FACU CONTE
https://www.youtube.com/watch?v=eiDFOnGgFjo
NICO URIARTE ARMA CON EL PIE
https://www.youtube.com/watch?v=hVaLnctWWTU