Copacabana no explotó con las mujeres, pero sí con los hombres. Este jueves, en la fecha final del beach volley en los Juegos Olímpicos de Río 2016, el público de Brasil pudo por fin celebrar el título de una de sus duplas: Alison Cerutti y Bruno Schmidt atraparon el oro en la rama masculina al vencer a los talentosos italianos Daniele Lupo y Paolo Nicolai en la final.
No fue fácil el camino de los brasileños hasta este codiciado oro. En la fase de grupos habían empezado bien ante Binstock-Schachter de Canadá, por 2-0 (aunque por la mínima en ambos casos), pero después tropezaron ante los austríacos Doppler-Horst y aparecieron algunas nubes en el horizonte de esta buena dupla. Sin embargo, Alison y Bruno se recuperaron con un 2-0 sobre los italianos Carambula-Ranghieri y, en un triple empate, quedaron segundos detrás de los mencionados azzurros.
En la etapa de eliminación, el primer paso fue un 2-0 sobre Herrera-Gavira de España, en octavos de final, pero enseguida debieron apelar a todo su repertorio para dejar en el camino al gigante Phil Dalhausser (oro en Beijing 2008) y su compañero Nick Lucena, en un intenso 2-1 que vio a Brasil por encima de Estados Unidos.
Por si eso era poco, las semifinales fueron casi épicas. Las dos, porque por un lado Alison y Bruno se cargaron a Brouwer-Meeuwsen de Holanda por 16-14 en el tie-break, y del otro lado del cuadro Nicolai y Lupo también se fueron a tercer set para darle vuelta el juego a los rusos Semenov (una bestia de 2,10) y Krasilnikov.
La final contó con un ingrediente delicioso, porque Nicolai y Lupo sobrevivieron al repechaje de lucky losers (fueron terceros de zona), es decir que pasaron de casi quedar afuera, a tener medalla asegurada. Y comenzaron arriba 5-3, pero enseguida Alison empezó a calentar a la gente y el ánimo de los brasileños se disparó. Ese 21-19, sin embargo, no aseguró casi nada a continuación, porque los tanos siguieron peleando: llegaron a ponerse a tiro de dos puntos justo en el final (19-17) abajo, pero ahí Brasil lo cerró.
De esta forma, por segunda vez en la historia del beach olímpico, Brasil se puso en lo más alto de la rama masculina. Los anteriores habían sido los legendarios Emanuel Rego y Ricardo Santos, en Atenas 2004. Había estado cerca Brasil en Londres 2012, con una combinación de ambas duplas de oro: Emanuel, el de antes, jugó con Alison, el de ahora, pero ambos perdieron la final ante Alemania. Ahora, el grandote tuvo su revancha.