River es el equipo que rompió los pronósticos de la División de Honor Femenina. Sexto en la etapa de clasificación, sacó a relucir una energía imparable en los Play Off y ahora, en plena serie final, se adelantó ante San Lorenzo, ni más ni menos que el campeón defensor, y está a un triunfo del campeonato. En la previa del segundo partido de la serie, la líbero Melina Marceca refleja la convicción de mantener los pies sobre la tierra: «Esto es un sueño y estamos dando lo mejor.»
No opaca el gran presente de River el apuntar que es la gran (y grata) sorpresa del Metro Femenino, por lo que ha mejorado y por cómo juega. En el primero de esos dos puntos está la razón de esta actualidad en la final, algo que, según admite Marceca, supera expectativas: «Seguimos sabiendo cuál era nuestro objetivo desde principios de año, de hecho lo cumplimos y llegamos a un lugar que nadie imaginaba. Ninguna de nosotras había siquiera jugado una semifinal, pero ahora nos toca ser protagonistas y estamos tranquilas y concentradas. Esto es un sueño y estamos dando lo mejor, porque sabemos que lo que queda no va a ser nada fácil.»
Esta revolución hizo ruido en el Millonario, que se volcó por completo a la primera final y generó un gran marco en el Microestadio de Núñez. Al respecto, la líbero destaca: «Tenemos la suerte de poder vivir este momento con familias, amigos, gente que nos apoya a morir y deja la garganta por nosotras. El presidente (N. de. R: Rodolfo D’Onofrio, que hasta se metió a festejar con ellas luego del triunfo del viernes) nos apoyó desde un principio y nos da un lugar importantísimo hoy en día. No hay palabras para describir lo que sentimos, creo que se nota en cada punto y en cada festejo; son abrazos interminables de emoción.»
La otra mitad de esta sorpresa, el cómo juega este River, tiene su base en la extraordinaria entrega defensiva de las chicas, que sale a relucir en cada partido. Marceca, una de las mayores expresiones de esta cualidad, enumera: «Somos un equipo que va al frente sin importar quién se nos pare adelante, que lucha constantemente, que siempre quiere más y que trabaja día a día. Dejamos lo que sea por la compañera que tenemos al lado y, aún con errores, sabemos que nadie te va a dejar agachar la cabeza.»
Sigue la número 2: «Adentro de la cancha nos transformamos. Es increíble cómo vivimos esto a pleno, con mucho compromiso. El grupo está muy unido desde la Liga, que fue cuando este camino arrancó. Sé que va a seguir así por mucho tiempo más; me siento muy cómoda y feliz de poder compartir esto.»
Ahora, están a un partido de la gloria. Batalla que se luchará en San Lorenzo el martes, en la cual, según Marceca, deberá aparecer esa garra colectiva. «Cada una aporta algo indispensable y sabe bien cuál es el rol que cumple, ya sea las jugadoras como el cuerpo técnico. Todos somos el equipo. Gracias a la confianza que nos tenemos, creo que podemos triunfar y hacer que la copa se venga para casa», se ilusiona.
Mención aparte y final para su buen presente, ya que viene con agradecimiento: «En cuanto a mi juego, gran parte se lo debo al «pelado» (Martín Castro, el DT), que confió en mí para ser parte de este proyecto, me apoya y está constantemente trabajando para que mejore en todo aspecto. Me siento feliz y con ganas de seguir trabajando para mejorar y darle a mi equipo lo que necesita. Esto recién empieza y de la mejor manera.»
Sergio López
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