Había un número redondo. Es que, 20 años atrás, Diego Gutiérrez y Diego Bonini arrancaban una fuerte historia en River, equipo que los formó como dupla cruzada de armador y opuesto, con el que serían campeones de Liga en 1998/1999 pero que, con más protagonismo, los llevaría al título en el Super 4 del Luna Park en el 2003.
Ahora, 20 años después, con ABV, algo así como una sigla pero mucho más cerca del “A beber” como conjunto, “El Pulpo” y “La Bruja” fueron campeones del Master Vóley MDQ 2018, el torneo de Maxivóley más grande del país, en Mar del Plata. El primero de Bonini, en su debut absoluto, y el segundo de Gutiérrez, en dos torneos jugados. Y salieron campeones.
Diego Gutiérrez, con experiencia en el rubro, fue quien lo convenció. “Había que festejar lo que ganamos con River. Al principio dudaba, pero lo convencí. Siempre compartimos cancha en el profesionalismo.”
El convencido Bonini, ahora dice: “Es un torneo increíble, inolvidable. Es la Champions League del recién retirado. Te hace sentir la misma adrenalina, la locura por el juego. Es un torneo impresionante”. Así lo cuenta esta bestia de 2 metros, músculos e imagen agresiva que supo dar espectáculo dentro de la cancha.
“El Pulpo”, apodo que lleva grabado en la piel, tiene números impresionantes. Entre ellos, nada más y nada menos que 15 títulos ganados en equipos de Argentina (River, Boca, UPCN de San Juan y Lomas), Finlandia (Raison Loimu), Chipre (Dionysos), Rumania (Petrom Ploiesti), República Checa (Ceske Budejovice) y España (Palma Vóley), abriendo algunos mercados pocas veces explorados. “Y ABV papá, en el Maxivóley”, aclara.
No sorprende, además, que su potencia física se haya trasladado, luego de su retiro del vóley profesional (con Estudiantil Porteño, este año) a las artes marciales. “Durante años venía entrenando en secreto y debuté con victoria en pelea profesional de Muay Thai, especialidad que tiene pocos peleadores amateur pesos pesados”, cuenta.
Actualmente Bonini vuelca su pasión deportiva en la preparación física general. “Soy docente de ENADE escuela (dirigida por Sergio Parra, de Boca Juniors) con mucho prestigio en Argentina y en América, que se especializa en la actualización y formación de profesionales del deporte”, cuenta.
El método parece ser bueno. Según su compañero armador Diego Gutiérrez, “el Maxi es más distendido que el profesionalismo, aunque a la hora de jugar lo hacés a cara de perro. Diego hizo diferencia porque físicamente sigue igual que en su etapa profesional, es un animal”.