Se conocieron en la playa. Viven en la playa. Su amor está en la playa. Y seguirán juntos… en la playa. Estefanía y Sebastián, de apellidos Milesi y Fernández, construyeron una historia que ya lleva 7 años ligada a una pasión que bordea la locura y que se llama beach volley, que tiene fieles por todo el país. Cuentan los que saben que cuando se pisa la arena descalzo hay flechazo… Como cuando Estefanía y Sebastían se conocieron.
“La Flaca”, como la llama Sebastián, comenzó a entrenar 7 años atrás en La Florida, un espacio extraordinario del beach volley en Rosario. “Seba” o “Sebi”, como lo llama ella, ya entrenaba allí.
“Empezamos a estar juntos y a compartir casi todos los torneos y viajes. Que te una el deporte creo que es algo que en la pareja sumó un montón ya que no cualquiera entiende el fanatismo que te genera una especialidad como el beach volley”, recuerda Estefi. “Ahí empezó todo”, dice él.
La locura llegó hasta Rada Tilly, Chubut, en avión, en el 2014, para compartir la fecha por entonces más austral del Circuito Argentino, organizada por la FeVA. En esa temporada Estefanía llegó a su primera final nacional en Las Grutas, Río Negro.
“El beach para nosotros es todo, hacemos todo en base al beach para ver cuándo viajamos, cuándo entrenamos. Yo ahora vivo prácticamente del beach, dando clases”, detalla Sebastián.
Estefanía y Sebastián ganaron medalla en 2 Juegos Argentinos de Playa, en 2016 (Las Grutas) y en el 2018 de locales (Rosario)
Él está todos los días en La Florida, entrenando o dando clases. Y ahora, ella es una de sus alumas: “A la Flaca la entreno yo con un grupo más”. Y Estefi da un detalle: “Aunque eso pueda traer algún problema, porque la confianza hacer perder un poco el respeto, creo que lo sabemos llevar muy bien y con responsabilidad”.
Alguna vez intentaron jugar juntos en un torneo organizado en Rosario. Pensemos en dos individuos competitivos. “Es difícil”, arranca ella y se ríe. “Fue un torneo de todas parejas, y todos terminamos peleados”, subraya él. ¿La solución? El próximo torneo mixto, “todos mezclados así no se divorcia nadie”. Cuenta Estefanía que por las características del beach volley “el juego en esos torneos pasa mucho por la mujer” y que “él es muy exigente a la hora de jugar, si perdemos todo mal, si ganamos está todo bien. Por eso jugamos separados, porque terminábamos peleados”.
Días atrás fueron noticia. Representando a Santa Fe, Sebastián ganó junto a Nicolás Capogrosso los Juegos Argentinos de Playa y Estefanía, junto a Virginia Zonta, se quedó con el subcampeonato en la final ante Buenos Aires. Juntos en el podio, por segunda vez en sus carreras, como en la primera edición de los Juegos en Las Grutas 2016, cuando ella fue campeona y él, subcampeón.