Los cazatalentos de la Florida A&M University pusieron su ojo en ella en el Mundial de Perú y a partir de allí anhelaron sumarla a su equipo. Candelaria Herrera no se resistió a semejante propuesta, y desde agosto continuará construyendo su carrera en la competencia universitaria estadounidense.
Alguna vez habrá soñado Herrera con andar por el mundo haciendo volar la pelota de vóley. Y llegó el momento de que esas ilusiones se empiecen a hacer realidad. Porque aquella pasión que se encendió en la escuelita de la Municipalidad de Pocito y que continuó agigantándose en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) hoy tiene una puerta abierta en Estados Unidos para seguir avivándose.
La joven sanjuanina de 18 años abrió su mail como todos los días. Sin embargo, hubo una tarde en la que se encontró con un mensaje particular, uno que nunca había aparecido, pero que le empezaría a cambiar la vida. Palabras más, palabras menos, el correo con origen de la Florida le proponía a Candelaria estudiar una carrera universitaria a cambio de jugar en el equipo de la institución, que participa en la principal categoría de de Estados Unidos.
“La verdad, fue mucho tiempo de análisis. Es una tremenda decisión que marcará un gran cambio para mi vida. Pero consideré que era lo mejor para mi futuro”, contó Herrera, con la ansiedad de quien está a punto de embarcarse en una nueva aventura.
Tal como le sucedió a Camila Jersonsky, Gonzalo Quiroga o a Sol Calvete, quien está por pegar la vuelta luego de su tercera temporada en la universidad Boston College y narró su actualidad, ahora a esta joven jugadora de Selección le toca sentir que lo que vendrá será un paso importante en su carrera: “Tengo muchas expectativas. Siento que todo lo que me voy a encontrar es algo muy positivo”. Aunque destacó que “es un cambio de 360 grados. Tendré que acostumbrarme a otra cultura y estilo de vida, pero creo que de a poco las cosas se van a ir acomodando y todo va a marchar bien”.
La andanza de la sanjuanina por tierras norteamericanas también tendrá desafíos fuera de las canchas. Tal como marca una de las condiciones del traspaso, deberá estudiar una carrera universitaria. Decisión difícil si las hay, y la central todavía está en la disyuntiva sobre qué camino seguirá. “Fisioterapia o traumatología; me voy a decidir una vez que esté allá”.
Tiene tiempo para pensarlo Candelaria Herrera, mientras ve cómo sus sueños en el vóley se empiezan a hacer realidad.
Rocío García
Martín De Rose